Dos agentes de la Guardia Civil de Ourense han salvado la vida aun recién nacido de tan solo 10 días , después de que el bebé entrara de forma repentina en parada cardiorrespiratoria. En el momento que se quedó sin pulso apareció José Antonio, uno de los efectivos que consiguió que volviera a respirar. Tanto la familia del bebé como los dos guardias civiles aseguran que no se les va a olvidar en la vida.

Sin poder contener las lágrimas la madre del pequeño abraza emocionada a José Antonio, tal y como se puede ver en las imágenes sobre estas líneas. Y es que hoy, ambas partes continúan visiblemente emocionadas y todavía en shock. Mientras la mujer asegura que José Antonio es "ya" como su "padre", él apunta que tanto el pequeño como su madre "van a quedar en el corazón, obviamente" y matiza que es "una cosa única".

Y es que la rápida intervención de José Antonio y su compañero evitaron la desgracia. La madre explica que José Antonio "lo puso boca abajo" y después ya les informó de que "empezó a respirar". Ellos también volvieron a hacerlo.

Fueron los gritos de la mujer los que alertaron a los agentes, los cuales se coordinaron perfectamente para actuar ante la emergencia: "Él se preocupó de la seguridad porque yo estaba en medio del carril realizando las maniobras de reanimación", relata José Antonio, para concluir que "ese es el binomio de la Guardia Civil".

Ahora él es uno de lo héroes de esta historia con final feliz, aunque explica que la situación le costó puesto que ellos también son "personas". Asimismo, la madre del pequeño ha recibido formación por parte de profesionales médicos para poder actuar ante otro episodio similar: "Todo el mundo debería hacer ese curso", sentencia la madre. El bebé continúa ingresado en la unidad de neonatos del Hospital de Ourense, pero está estable y fuera de peligro gracias a esa rápida intervención.