Un hombre sobre el que pesaba una orden de alejamiento ha matado, presuntamente, a su mujer con un arma blanca y después se ha suicidado en la localidad de Vilalba, en Lugo. La pareja, que no tenía hijos en común, estaba en trámites de divorcio y ya no residía junta. Sobre el presunto agresor pesaba una orden de alejamiento de su expareja, según han confirmado fuentes de la investigación.
La mujer ha sido hallada muerta con heridas de arma blanca en el cuello en el garaje donde también ha aparecido ahorcado su expareja, en lo que todo hace suponer que se trata de un nuevo crimen machista si bien la investigación por parte de la Guardia Civil ha sido declarada secreta para tratar de esclarecer los hechos.
El hombre, de 50 años, residía desde hace poco tiempo en la aldea de Nete, en el término municipal de Vilalba, y se encontraba en paradero desconocido desde el sábado, cuando un familiar suyo presentó denuncia en la Guardia Civil alertando de su desaparición ya que no había acudido a su puesto de trabajo.
Según las fuentes de la investigación, los forenses están elaborando un informe para certificar las causas exactas del fallecimientos de ambos. El Ayuntamiento de Vilalba ha decretado tres días de luto por este suceso que ha conmocionado a los vecinos de esta población de la comarca de la Terra Chá lucense.
En su cuenta de Twitter, Pedro Sánchez ha enviado su cariño a la familia y amistades de la víctima y ha recordado que la violencia machista "no cesa". "Tenemos que acabar cuanto antes con esta lacra. Debemos hacerlo juntos y juntas y debemos hacerlo ya", acaba escribiendo Sánchez en su mensaje de la red social. Por su parte, el Gobierno gallego ha expresado su "más enérgica condena" y manifiesta su "consternación" ante el asesinato este domingo, además de hacer un llamamiento en un comunicado "a toda la sociedad para que se rebele contra esta repudiable lacra".
Arrestado en Murcia
Detenido el asesino de Talavera, uno de los diez fugitivos más buscados por la Policía
Estaba acusado de un asesinato cometido en 2009 en Talavera de la Reina (Toledo). Tenía pendiente cumplir una condena de 15 años. Se ocultaba junto a su mujer entre grandes medidas de contravigilancia.