Cuando se encendían las luces, el público veía un grupo de acróbatas, trapecistas y payasos luciendo en el escenario. Pero detrás del telón, la realidad era muy diferente: jornadas de trabajo que sobrepasaban las 12 horas, sin vacaciones y un salario que, como mucho, alcanzaba los 150 euros a la semana.
Estas son las deplorables condiciones laborales que han hallado los inspectores en un circo de una compañía italiana que actuaba en Burgos. Ante los testimonios, el responsable del circo, Devis Rossi, se justifica hoy en declaraciones a laSexta: "Cobraban 150 euros a la semana, pero son 150 euros al mes. Más el comer, el dormir... eso es un sueldo de 800-900 euros", asegura.
Asimismo, Rossi defiende que "todos los trabajadores tienen contrato", y que tiene las nóminas desde que el circo empezó actuar: "Tengo las de junio, julio, agosto... hasta ahora, desde antes", espeta enfadado. Sin embargo, en julio una inspección de trabajo en la ciudad burgalesa acudió al circo, y desmienten las argumentaciones del dueño.
"La mayoría estaban sin contrato de trabajo. Y algunos de ellos, que son ciudadanos extranjeros, estaban sin permiso de residencia y sin permiso de trabajo", explica Francisca Gómez, miembro de la Policía Nacional. De hecho, las autoridades afirman que estos artistas trabajaban bajo la promesa de un contrato que nunca llegaba: "Trabajaban por la comida y poco más". El responsable ya fue detenido y puesto en libertad, y de momento, dentro de la carpa, las funciones continúan.