El hospital Addenbrooke de Cambridge, en Inglaterra, ha logrado un avance al curar la sordera de Opal Sandy, una niña británica de poco más de un año. Los médicos han utilizado un nuevo tratamiento genético, han inyectado una solución que ha corregido la mutación genética responsable de bloquear la comunicación entre los nervios del oído y el cerebro.
Este tratamiento, denominado DB-OTO, forma parte del proyecto piloto CHORD, que se desarrolla en el Reino Unido, España y Estados Unidos. Opal ha sido la primera paciente en el mundo en beneficiarse de esta terapia, que ofrece esperanzas a una veintena de pacientes participantes.
La intervención, similar a la cirugía de implante coclear, consiste en administrar una versión modificada del gen OTOF durante una breve cirugía. Los resultados han superado las expectativas, acercando a Opal a una audición normal en tan solo seis meses.
El Dr. Richard Brow, pediatra del hospital Addenbrooke asegura que "es muy importante para ellos poder implementar el tratamiento lo antes posible" para que así puedan preservar "el lenguaje expresivo, la comunicación social y el desarrollo cognitivo".
La madre de Opal, Jo Sandy, destaca la importancia de esta
"oportunidad única" para su hija, señalando la ausencia de efectos adversos significativos, ya que "era un riesgo que había que tomar".
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Con este éxito, el hospital Addenbrooke lidera un camino hacia la curación de la sordera infantil, mientras otros países como China también exploran tratamientos similares. Mientras Opal recupera su audición, sus padres celebran la vuelta de la sonrisa a su hogar, apenas seis meses después de una cirugía de solo 16 minutos.