Noah Tindle es un recién nacido que ha estado luchando por su vida en Reino Unido después de que le contagiaran un herpes al darle un beso durante su bautizo, según ha publicado Ashleigh White, su madre, a través de Facebook.
En este post, la mujer cuenta al ver la infección, el médico pensó en un primer momento que el problema era que un conducto lagrimal que se había obstruido y que se liberaría por sus propios medios. Al ver que la temperatura del bebé era normal y que comía bien, la madre no le dio más importancia.
Sin embargo, días después, se alertó al ver que le salían algunas ampollas alrededor del ojo y encontrar información de otro bebé al que le habían contagiado un herpes. Por ello, en su Facebook ha querido alertar del peligro que puede tener dar besos a los recién nacidos y las precauciones que hay que tomar.
El niño tuvo que empezar a tomar antibióticos y no dejará de hacerlo hasta marzo de 2020. Ahora tiene nueve meses. Se trata de un virus que para los bebés puede ser especialmente peligroso si no se trata.
"Tuve la suerte de coger el problema a tiempo y todavía tengo a mi pequeño chico aquí conmigo, pero algunos podrían no ser tan afortunados", sentencia la madre.