Howard Jackson lleva 20 años luchando por sobrevivir en España. Cruzar medio continente nunca hizo que Howard, conocido en Sevilla por alegrar día tras día a los viandantes que pasaban por delante de la Plaza de Armas, perdiese la enorme sonrisa que le caracteriza.
Nacido y criado en Liberia, tuvo que huir de su país natal cuando estalló la guerra. Entonces, Howard, que estudiaba bachillerato, emprendió su huida hacia la soñada Europa. Cruzó la valla de Melilla, pero fue reportado a Guinea-Bissau. Allí estuvo encarcelado hasta que Amnistía Internacional logró liberarlo.
Howard volvió a Melilla, y allí, con 22 años, comenzó su nueva vida: tras vivir tres meses en un piso de 'Sevilla Acoge', comenzó a sobrevivir vendiendo pañuelos en un semáforo de Plaza de Armas, pero sin olvidar añadir a su trabajo un toque muy personal.
Disfrazado de gallo, de señora del siglo XV o incluso de hawaiano, Jackson se ha ganado el cariño de los sevillanos que cada día se lo cruzaban en su camino. Por eso, Howard ya tenía un hueco allí, y sólo quedaba que el Ministerio de Justicia lo reconociera.
Ahora, ondeando la bandera española junto a la andaluza en el Registro Civil de Sevilla, Howard ha podido gritar a los cuatro vientos que ya es español. Pero sin perder más tiempo, este sevillano, que estudia Derecho en la UNED, se ha camuflado en un disfraz de elfo -porque hoy es navidad- y ha acudido a su puesto de trabajo.
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