Todos dejamos sobre el planeta una huella de carbono y cuanto menor sea, menos estaremos contaminando. Cada vez que te desplazas, pones una lavadora, comes, compras o pones a cargar tu móvil estás dejando atrás una estela de gases que aceleran el cambio climático. El Ministerio de Consumo ha lanzado dos nuevas herramientas web. Una para transformar los patrones de consumo insostenible en nuestro día a día y otra para calcular el rastro de tu impacto ambiental. Las dos están ya disponibles en la página del ministerio.
¿Qué es? Se basa en los hábitos de consumo de cada persona y tiene en cuenta las emisión de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a medios de transporte, el uso de energía en el hogar y los hábitos alimenticios y de consumo de bienes.
¿Por qué es importante reducirla? Al hacer cambios individuales en lo que comemos, lo que compramos, cómo invertimos nuestro dinero, cómo nos movemos y a qué aspiramos, contribuiremos a frenar el cambio climático.
¿Qué hago con la comida? Desde el Ministerio de Consumo, una de las acciones cotidianas que recomiendan es priorizar la proteína vegetal sobre la animal y optar por una dieta rica en productos vegetales.
- Aprovechar toda la comida para evitar que los residuos orgánicos acaben en basureros o vertederos y reducir así las emisiones de metano.
- En la medida de lo posible hay que decantarse por los alimentos que sean de producción local.
Ojo con la compra... La industrial textil y de la moda es una de las más contaminantes del mundo. La producción de ropa, calzado y productos textiles para el hogar son causantes de grandes emisiones de gases de efecto invernadero, de la contaminación del agua y de vertidos de residuos.
- A la hora de comprar deberíamos plantearnos qué necesitamos realmente y elegir productos que duren más, que puedan reutilizarse o que hayan sido fabricados de manera sostenible.
- Para desacelerar esta industria es aconsejable comprar menos y mejor ropa. También puedes darle una segunda oportunidad: comparte, recicla, reutiliza…
Muévete en compañía. Es importante mantenerse activo, desplazándose a pie o en bicicleta. Elegir el transporte público también puede ayudar a contaminar menos.
- Que sepas que si optas por ir al trabajo andando puedes reducir sustancialmente la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes.
- Las aplicaciones de viajes compartidos también son una buena manera de reducir nuestra huella de carbono.
Deberías saber... Las finanzas éticas son una forma de invertir de manera solidaria en proyectos con un impacto positivo. Combina los beneficios económicos con los sociales y medioambientales.
- La construcción o los electrodomésticos sostenibles en el hogar pueden reducir en gran escala las emisiones.
- Ahorra energía y dinero adaptando tu hogar y tus rutinas.
Viaja con cabeza. La forma en la que te diviertes también tiene un impacto medioambiental. Puedes reducirlo siendo un viajero consciente.
- A la hora de viajar visita menos lugares, pero quédate más tiempo en cada destino.
- Si puedes, elige vuelos directos y plantéate alojarte cerca de los lugares de interés. Así reducirás tiempo y también las emisiones de carbono.
¿Qué están diciendo? El ministro de Consumo, Alberto Garzón, asegura que tener "información correcta" sobre el impacto de los hábitos diarios de consumo contribuye a tomar “mejores decisiones” individuales y colectivas.
- "Necesitamos partir de una información correcta que recoja toda la cadena de vida de un alimento o un producto, incluido el lado de la producción. Es importante explicar que, detrás de cada compra, hay un proceso invisible que, cuando sale a la luz, es cuando realmente tiene el poder de transformar nuestras decisiones del día a día", ha explicado el ministro.
Para nota... La calculadora de huella de la persona consumidora es una herramienta que permite saber cuál es el impacto ambiental del patrón de consumo individual y cómo algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a tener un día a día más sostenible. Puedes acceder a ella a través de este enlace.