Gracias a las imágenes de las cámaras de vigilancia del Casino de Barcelona, la Policía Nacional y los Mossos d´Esquadra han puesto nombre y apellidos a los miembros de una banda de ladrones que se dedica a robar en los casinos. ¿Cómo? Trucando las ruletas automáticas.
Tal y como cuenta el periodista Carlos Quílez en 'El Taquígrafo', los estafadores rodeaban una de las mesas de ruleta, de las que funcionan de forma automática y sin la presencia fija de croupier, y con un taladro de pequeñas dimensiones, perforaban la superficie. A continuación metían un alambre por el orificio para colocar la bolita donde les convenía y se llevaban el premio. Consiguieron un botín de 3.000 euros.
Fue el Casino de Barcelona, el que, gracias a las imágenes que capturó su sistema de vigilancia, y a las que ha tenido acceso Quílez, pudo denunciar ante los Mossos el robo. Un material que les ha servido a los agentes no sólo para identificar, sino para conocer el modus operandi y la estrategia con la que actúa esta banda de profesionales.
Una banda que, según fuentes policiales, trabaja para la mafia georgiana a la que reporta parte de sus beneficios. Según publica el periodista en 'El Taquígrafo', ha llegado a obtener un botín de más de 100.000 euros sólo en Barcelona aunque podría ser superior ya que se les ha visto actuar en Madrid, Logroño y Bilbao.
En los últimos meses, han sido detenidos al menos diez veces por robos en salas de juego, casinos, bingos... Sin embargo, siempre quedan en libertad puesto que se trata de delitos menores.
Además, según ha conocido el periodista, son los mismos delincuentes que están detrás de numerosos robos en casas de la zona alta de Barcelona. Tanto es así que la Policía investiga si podría estar detrás del asalto a viviendas de jugadores del Barça como Gerard Piqué o Jordi Alba.
Forzada a alquilar su vientre
Le quitan el bebé a una mujer a la que le implantaron un embrión de otra pareja por error: Kyrstena 'tuvo' un bebé negro de un donante blanco
¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.