Una secuencia de imágenes a la que ha tenido acceso laSexta Noticias ha sido clave para incriminar a David Knezevich en el asesinato de su exmujer Ana María Knezevich Henao. En ellas se ve cómo David Knezevich compra un spray de pintura negra y unos rollos de cinta adhesiva en una ferretería de Coslada, a las afueras de Madrid. "Entró, miró y me preguntó dónde estaban los sprays", asegura Juan Antonio, trabajador de la ferretería.

Un vídeo vital para el caso, ya que ese spray le delató definitivamente porque es el que utilizó presuntamente para rociar la cámara del telefonillo de Ana María. Un detalle que se le escapó fue que la grabación captó la marca del spray y los investigadores ya tuvieron de dónde tirar, lo que les acabó llevando a esa ferretería en Coslada.

Otra de las principales pruebas para incriminarle es una conversación con la que sería su amante, donde le pide ayuda para traducir un texto del inglés al español.

Esa supuesta traducción es la que después, según el sumario, utiliza para enviarle un mensaje a las amigas de Ana María avisándolas de que se iba a un lugar a las afueras de Madrid con poca cobertura.

En las últimas imágenes de Ana María con vida se la ve entrando al portal, del que nunca más vuelve a salir. Lo siguiente que se ve en las imágenes es David ocultando el visor de la cámara, accediendo al portal y una hora después saliendo, como afirma el sumario, tirando de una bolsa o maleta. Y esa maleta o bolsa es la que lleva buscando desde hace unos días agentes del FBI y de la Policía Nacional en algún punto entre Guadalajara y Soria.

El móvil del crimen

Según apunta ahora el sumario, el móvil del crimen habría sido económico, ya que Ana María quería divorciarse y repartir a medias el patrimonio de unos 15 millones de dólares que habían creado con su empresa. Un hecho al que su marido se negaba. Es por eso que el entorno de Ana María le señaló desde el primer momento como el principal sospechoso de la muerte de la joven, a quien llevaban tiempo viéndola asustada.

El perfil del sospechoso

Las amigas de la estadounidense describen a David Knezevich como una persona narcisista, además de controlador y manipulador, al que Ana María tenía miedo. Ambos estaban en terapia de pareja después de que el serbio quiso abrir la relación y la obligó a mantener una cita con otro hombre. A esto se suma, que él mantenía una relación extramatrimonial con una mujer colombiana, lo que hacía estar a Ana María deprimida.