Saylor, una niña de tan solo tres años de Carolina del Norte, empezó a quejarse de que había monstruos en su habitación. Oía ruidos por todas partes, especialmente por la noche. "Hace como ocho meses ella empezó a decir que escuchaba monstruos en la pared", dice la madre, quien le pidió que le señalara el punto exacto donde escuchaba los ruidos y ella no lo dudó: señaló directamente a su armario.

En su caso no eran monstruos ni estaban en el armario. Gracias a la insistencia de la pequeña, y a una cámara térmica, sus padres descubrieron una enorme colmena de abejas en el hueco de la pared de su habitación. Había miles. "Fue un apocalipsis. Todas estas abejas comenzaron a volar", recuerda la madre la escena.

Y, es que, como se puede ver en este vídeo, dentro de la pared había unas 60.000 abejas. Una cantidad que incluso sorprendió al apicultor que se ha convertido en el auténtico héroe de esta historia. "Era casi el doble del tamaño de cualquier otra colmena que haya visto", declara.

Un proceso largo que la madre de Saylor ha ido ilustrando día a día a través de su cuenta de TikTok. Como mostró, tras diez días de lucha contra las abejas, por fin pudieron entrar en la habitación de la pequeña, aunque todavía encontraron algunas abejas en el suelo. "Son como pequeñas minas terrestres porque todavía pueden picarte aunque estén muertas", decía en sus vídeos.

Todavía queda mucho por hacer antes de que Saylor pueda volver a su habitación, pero al menos lo hará tranquila y sabiendo que los monstruos ya no están.