Emily Counter es una joven de 21 años que ha podido salvar su vida de milagro después de haber sufrido un paro cardíaco mientras practicaba deporte en un gimnasio del distrito australiano de Noosa.
La impactante escena quedó grabada en vídeo por las cámaras de seguridad y en ellas se puede ver cómo se desploma de repente y cae al suelo. En ese momento se acercan varias personas para socorrerla y, tras comprobar que no respira y que no tiene pulso, buscan un desfibrilador para reanimarla.
"Fue bastante aterrador, cuando presioné el botón Emily se levantó de un salto, como en una película", explicó Aaron Petterson, director del gimnasio.
Tras la dura escena, Emily quedó en coma durante tres días en el hospital y tuvo que someterse a una operación a corazón abierto. Afortunadamente pudo sobrevivir.
La parada cardiorespiratoria que sufrió la joven fue debida a que padece el síndrome Bland-White-Garland, un defecto congénito que afecta a las arterias coronarias y que sufren uno de cada 300.000 recién nacidos. A raíz de este suceso, la joven descubrió que padecía esta dolencia.