La entrada por el norte peninsular de una masa de aire polar ha provocado que la nieve haga acto de presencia en los Picos de Europa, Cantabria, tal y como muestran las imágenes grabadas por el guarda del refugio 'Cabaña Verónica' ([[LINK:EXTERNO|||@mountain_comedy|||@mountain_comedy]]).
Así, la llegada de una masa de aire polar ha adelantado el tiempo otoñal este último fin de semana de agosto, con temperaturas entre cinco y diez grados por debajo de lo normal en buena parte de la mitad norte peninsular, de manera que los termómetros de amplias zonas marcarán valores por debajo de los 20 grados de día y cerca de cinco grados de noche.
La explicación de este brusco cambio se debe, según Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), a "la presencia de un anticiclón del Atlántico muy estirado de norte a sur, junto a una borrasca que se situó este viernes en las islas británicas y que poco a poco se ha ido desplazando hacia el este".
"Entre ese anticiclón estirado y esa borrasca en el norte de Europa se crea un pasillo muy marcado por el que se canaliza viento del norte, que llega a la Península Ibérica desde latitudes muy altas y que, por tanto, transporta hasta nuestro país una masa de aire muy frío", ha indicado Rubén del Campo.
Del Campo ha señalado, asimismo, que a ese tipo de flujos se les denomina masa de aire polar. "No tienen por qué venir necesariamente del polo, sino desde latitudes más altas que las nuestras", ha precisado, antes de subrayar que esta situación se complementa con "la presencia en las capas altas de la atmósfera de un chorro polar muy ondulado y potente".
No es extraño que se produzcan nevadas de este tipo a finales de agosto
"Esas ondulaciones del chorro polar no son extrañas en España para finales de agosto, aunque sí es cierto que la masa de aire frío que nos visita es inusualmente fría para la época", ha apostillado.
Así pues, las temperaturas se han desplomado en la mayor parte de la península, sobre todo en el centro y en las regiones bañadas por el Mediterráneo. "En conjunto, sobre todo en la mitad norte peninsular, las temperaturas máximas de este sábado están entre diez y 15 grados por debajo que las del jueves, y las mínimas entre cinco y diez grados por debajo", ha aputnado Del Campo.
Noche "muy fría para ser agosto"
Las temperaturas máximas subirán tímidamente el domingo por el oeste de la península, pero bajarán las mínimas, con lo que la noche será "muy fría para el mes de agosto", según Del Campo, con valores prácticamente invernales en capitales de provincia de Castilla y León (4ºC en Soria; 5ºC en Ávila, Burgos y Palencia, y 6ºC en León y Segovia).
Las zonas más calurosas este fin de semana serán el valle del Guadalquivir y el interior de Murcia, donde los termómetros reflejarán 34 grados. "Nada que ver con los 40 de días anteriores", ha precisado Del Campo.
A estas temperaturas inusualmente bajas se añade que el ambiente estará inestable, con precipitaciones persistentes e intensas este sábado en el área cantábrica, así como chubascos en Cataluña, donde podrían ser muy fuertes e ir acompañados granizo. Las lluvias se extenderán a Baleares, Comunidad Valenciana, puntos del sur de Aragón y Murcia. El domingo continuará la posibilidad de precipitaciones en esas mismas zonas, aunque con menor intensidad que el sábado.
Aumentan las temperaturas la próxima semana
Por otro lado, Del Campo ha apuntado que las altas presiones volverán a imponerse la próxima semana. "Tras una madrugada del lunes realmente fría para la época del año en el interior peninsular, los termómetros volverán a alcanzar valores progresivamente más altos", ha indicado.
El miércoles ya volverán las temperaturas normales para la época del año y el sol reaparecerá mientras las lluvias irán remitiendo y se quedarán acotadas a la fachada cantábrica. También habrá algunas tormentas en zonas de montaña y lloviznas en el norte de las islas más montañosas de Canarias.