El incendio forestal iniciado este lunes en la localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares, cerca de Astorga, ha alcanzado ya un perímetro de 13 kilómetros y se propaga con rapidez debido al viento, con rachas de 20 kilómetros por hora, por lo que se mantiene en nivel 2 de peligrosidad, ya que entraña riego para la población y bienes y amenaza varias carreteras.

Por precaución ha sido evacuada la localidad de Piedralba, donde residen 50 vecinos, y se trabaja para evitar que las llamas afecten a las carreteras LE-6304 y LE-142. Según ha informado la Junta, se trata de un incendio que se propaga a gran velocidad por el fuerte viento y el modelo de combustible, con mosaico de pasto, matorral, repoblaciones forestales y cultivos agrícolas.

Los fuertes vientos con rachas de más de 20 km/hora han provocado una tasa de crecimiento de 175 hectáreas por hora y una propagación del frente principal de 28,5 metros por minuto (1,7 km/h), según las mismas fuentes. El operativo desplegado trabaja en frenar la cabeza y los flancos tratando de minimizar la posible afección a las infraestructuras y poblaciones del entorno.

En el lugar está trabajando más de una treintena de medios, entre ellos siete aeronaves entre hidroaviones y helicópteros, un técnico y tres agentes medioambientales, que coordinan el trabajo de los medios aéreos movilizados, con cinco cuadrillas helitransportadas, además de una cuadrilla terrestre, una autobomba y un buldócer.

La causa de este incendio está aún siendo investigada y ha sido una hora después de iniciarse cuando el centro de mando ha determinado que debía elevarse el nivel de peligrosidad hasta el 1, mientras que pasadas las siete de la tarde ha subido a nivel 2. Este incendio se suma al declarado en Villablino, donde se han iniciado las llamas poco antes de las cuatro de la madrugada en las cercanías de la localidad de El Villar de Santiago.

El incendio ha obligado a movilizar más de una veintena de medios, primero para su control y seguidamente para tratar de extinguirlo, y se ha decretado el nivel 1 de peligrosidad debido a que las llamas amenazan masas arboladas de más de 30 hectáreas. Según informa la Junta de Castilla y León, entre los medios que tratan de sofocar las llamas se encuentran dos helicópteros, dos hidroaviones, cinco agentes medioambientales, cinco cuadrillas terrestres, dos técnicos, dos autobombas y dos buldócer.

Por el momento se desconocen las causas que han provocado el incendio, cuyas llamas afectan a zona arbolada y matorral, aunque el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha apuntado a la hipótesis de que pueda tratarse de un incendio intencionado.