Un teléfono móvil y la explosión y combustión de su batería mientras cargaba sobre un sofá de la planta baja de la vivienda. Es la causa del incendio fatal que acabó con la vida de cuatro personas de una misma familia (padre, madre y dos hijos) este domingo en Guillena, Sevilla.
Así lo ha confirmado en un comunicado la Guardia Civil tras un exhaustivo trabajo de sus investigadores especializados en incendios. Las primeras hipótesis de los investigadores hablaban de la carga de un patinete en la planta baja, pero finalmente se ha descartado.
También se ha conocido que el hijo mayor del matrimonio intentó salvar la vida a sus padres y hermano al llegar a la casa, después de una fiesta en el municipio, con el fuego ya iniciado. Según ha explicado a los periodistas Inmaculada, una vecina de la misma calle, el joven, de 21 años, vivía en Sevilla pero tras terminar la fiesta "se le hizo tarde" y decidió quedarse a dormir en la casa de sus padres, "y fue el que dio la voz de alarma cuando abrió la puerta de su casa". "No se lo pensó, se metió para salvar a los padres y al hermano, y ninguno de los cuatro salieron", ha dicho la misma vecina, que ha concretado que el incendio se produjo en la parte de abajo "y ellos estaban arriba, durmiendo y arriba había rejas".
La misma mujer ha definido lo vivido como "una pesadilla", tanto por los fallecidos como por lo que sucedió en la calle, con un gran dispositivo de seguridad en torno a este suceso, además de que "algunos vecinos fueron los primeros en intentar ayudar, y se lo tragaron todo". "Los vecinos intentaron batir gomas y extintores, incluso un vecino sacó un extintor que tenía en su casa, pero era como si le estuviera echando gotas de agua a una candela, no le hacían nada", ha concluido.
No se lo pensó, se metió para salvar a los padres y al hermano, y ninguno de los cuatro salieron
Los servicios de emergencia comenzaron a recibir llamadas de vecinos a las 8:05 horas de este domingo, alertando de que varias personas estaban atrapadas en el interior de una vivienda pareada situada en la calle Fernando Martín, en la que se había declarado un incendio. "En apenas 17 minutos", según ha explicado el alcalde de la localidad, Lorenzo Medina Moya, llegaron tres dotaciones de bomberos de los municipios vecinos de Ronquillo y Santiponce. También se activaron los servicios sanitarios del 061 y los efectivos de Guardia Civil y Policía Local.
Sin embargo, la rapidez con la que se extendió el fuego y el humo negro por la vivienda, de dos plantas, impidió que la familia pudiera escapar con vida. Los cuerpos de los cuatro miembros de la familia fueron hallados juntos en la parte posterior de la casa, como si hubieran intentado salir a la terraza para, desde ella, acceder a la escalera que les habría conducido a la azotea, según ha explicado el alcalde.
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