Desde este lunes en cualquier farmacia de Madrid se puede recoger una de las 14 millones de mascarilla FFP2que el Gobierno regional dispensará de forma gratuita. Muchos madrileños no han dudado en ir a por la suya lo que ha generado largas colas a las puertas de las farmacias.
Sin embargo, no todas las personas que viven en Madrid pueden acceder a ellas, ya que para obtenerla es necesario presentar la tarjeta sanitaria de la comunidad. Esta decisión ha suscitado grandes quejas entre aquellos que viven, trabajan o estudian en la ciudad y que hoy no han recibido la suya.
"No tiene ningún sentido que las den sólo a los que tienen la tarjeta sanitaria de aquí, porque los desplazados o los que no tengan tarjeta sanitaria pueden infectarse y contagiar al resto igualmente", lamenta a laSexta Sergio, que dispone de una tarjeta sanitaria asturiana.
Esta medida también deja excluidas a muchas personas extranjeras que no tienen tarjeta sanitaria física aunque sí tienen reconocido el derecho a asistencia sanitaria.
Por ello, Farmacia Lavapiés ha organizado una iniciativa solidaria, colocando una caja para que aquellos que no la necesiten la puedan donar. El personal de la propia farmacia se encargará de repartirlas entre aquellos que sí precisen una.
Los sanitarios, en pie de guerra por el reparto
Otro de los grupos que ha manifestado su disconformidad con el reparto de la Comunidad de Madrid es el del personal sanitario. Desde la Asociación de Enfermería de Madrid han lanzado una campaña de concienciación ante la falta de materiales de prevención con la que trabajan desde que comenzó la crisis.
Bajo el lema "Ante la precariedad, apadrina a un profesional de la sanidad", animan a los ciudadanos a donar esas mascarillas que son tan necesarias para que puedan seguir desarrollando su trabajo.
Hundimiento del petrolero
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