La homofobia no son solo las agresiones físicas. También las amenazas o simplemente los insultos, como los que han sufrido este domingo dos jóvenes en el metro de Madrid, en el intercambiador de Príncipe Pío, simplemente por darse un beso antes de despedirse.
Un padre, que iba junto a su hijo, empezó a increparles y a insultarles, porque el problema para él es que se trataba de dos chicos. Según el relato de una de las víctimas, el hombre les llamó "hijos de puta", por lo que él y su pareja se giraron a mirarle y empezó a gritarles.
"Tendría que daros vergüenza delante de los niños", les dijo el hombre sobre el beso que se acababan de dar. Y las amenazas fueron a más: "Empezó a decirnos que nos iba a matar", cuenta el joven afectado.
Fue un trabajador de metro quién intercedió al instante en favor de los jóvenes, respondiendo a los insultos del hombre y diciéndole que cada uno es libre de hacer lo que quiere.
Pero los gritos del hombre, que además estaba sin mascarilla dentro de la estación, continuaron, y este siguió increpándoles: "Aquí con toda la gente delante... ¿Cómo que pueden hacer lo que quieran?".
Esta situación desgraciadamente no es una excepción. De hecho una mujer fue condenada en Barcelona a seis meses de prisión por insultar a dos lesbianas que se estaban besando en el metro.
LaSexta ha preguntado en la calle por el día a día de personas que pertenecen al colectivo y son muchos los que reconocen que evitan ciertas actitudes cariñosas con sus parejas para no tener que exponerse a este tipo de agresiones. Porque, recordamos, las agresiones que sufren no solo son físicas: "Puede haber miradas por la calle, insultos, negarte el acceso a un local o al alquiler del piso", reconoce una joven.
Desde el colectivo animan a denunciar estos comportamientos y a no cuestionar la libertad de una pareja que simplemente se quiere dar un beso.