Su compañero de celda había pedido el cambio, precisamente, porque decía que le extorsionaba, y después de que en la cárcel se accediera al cambio, el supuesto agresor se quejó de que el primero le había robado un aparato de radio y le pidió a los funcionarios que intervinieran.
En un primero momento, los empleados públicos se negaron a devolverle el aparato y, al parecer, según relatan los testigos, entró en la sala de día, rompió una silla de la misma y utilizó una pata como arma intimidatoria para defenderse, al tiempo que comenzó a insultar a los funcionarios.
Tras intentar reducirlo, tres de los funcionarios sufrieron lesiones. Uno de ellos, en prácticas, sufrió una mordedura en la oreja. El agente se encuentra en el Doce de Octubre con un cirujano plástico que le está reconstruyendo la oreja y, en principio, según fuentes médicas, no perderá la audición.
Otro de los funcionarios presenta una rotura de un dedo de la mano izquierda y el tercer empleado público tiene varias costillas rotas. Estos dos últimos ya han recibido el alta hospitalaria, mientras que el interno, que pudo ser reducido, se encuentra en el módulo de aislamiento.
Desde UGT-Prisiones han destacado la profesionalidad de la plantilla del centro penitenciario de Navalcarnero y reclaman más plantilla y más recursos humanos para dicho establecimiento carcelario, que cuenta actualmente con más de 1.020 internos.
Del mismo modo, exigen que el incidente que ha dado lugar a estas agresiones quede registrado por parte de la dirección de los centros y subsumido en el ámbito de aplicación del Protocolo Específico frente a las Agresiones en el ámbito penitenciario.
"Venimos denunciando agresiones continuas todos los días", ha recordado González, quien ha detallado que recientemente ha habido agresiones a funcionarios en las cárceles de Cuenca, Valencia, o Lanzarote.
Se trata del tercer incidente grave en esta prisión durante el mes de julio ya que varios funcionarios de la prisión madrileña resultaron intoxicados levemente por el incendio originado presuntamente por un interno de nacionalidad dominicana en aislamiento.
Además, se produjo otro altercado cuando un interno del módulo 8, fue trasladado a enfermería después de que un funcionario lo encontrara en su celda, junto a su compañero, con signos de intoxicación, balbuceando y con dificultad para andar.