Un empresario está siendo investigado por robar durante 17 años unos 34 millones de metros cúbicos de agua de un acuífero subterráneo sobreexplotado con 15 pozos ilegales y de cinco manantiales desabastecidos para regar el campo de golf de una urbanización en Murcia, lo que ha causado unos daños ambientales valorados en 65 millones de euros, informa la Guardia Civil.
Además, regó 21,97 hectáreas, cuando tenía autorizadas 5,3, señala el Servicio de Protección a la Naturaleza del instituto armado.
Con la ayuda de agentes medioambientales de la Confederación Hidrográfica del Segura tras ser alertados gracias a la colaboración ciudadana, que detectó que se estaban construyendo pozos de noche, los guardias civiles comprobaron en helicóptero que había cuatro veces más zona verde que la permitida en el área de secano sobre el acuífero en riesgo cualitativo y cuantitativo.
El gerente de la urbanización está acusado de ser el presunto autor de un delito de usurpación de aguas subterráneas y de otro contra los recursos naturales y el medio ambiente por su extracción ilegal.
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Los 65 millones en los que se ha estimado el daño causado incluyen el coste de su restauración y el que supone la pérdida de servicios ecosistémicos, con el agravante de la extracción en un acuífero ya sobreexplotado, que pone en riesgo el equilibrio de los ecosistemas que dependen de él si no se recupera.
Contribuye a la sobreexplotación de especies
Un tercio de lo que se vende como gamba, langostinos o cigalas no lo es
El 30% de los crustáceos que compramos en los supermercados no son lo que dice la etiqueta. Un fraude que, además, contribuye a la sobreexplotación de ciertas especies y pone en riesgo la sostenibilidad de los ecosistemas marinos.