La Guardia Civil investiga al hombre de 31 años que fue mordido por una serpiente de cascabel por un delito de maltrato animal, otro relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, y un tercero contra la seguridad colectiva tras haber descubierto que tiene en posesión más de 40 serpientes, la mayoría de ellas altamente venenosas y letales.
Enmarcada en la Operación Melanoleuca, el Servicio de Emergencias 112 de Castilla-La Mancha recibió el sábado 28 de febrero una llamada de que un hombre había sufrido un mordisco por una serpiente de cascabel cuando paseaba por un descampado de La Puebla de Montalbán (Toledo), solicitando asistencia médica, que finalmente fue ingresado en el Hospital 'Virgen de la Salud', de Toledo.
Los efectivos policiales iniciaron un dispositivo de búsqueda para encontrar a la serpiente que, según la víctima, era una cascabel, especie exótica y con un veneno muy letal, que el domingo 28 fue hallada muerta en el kilómetro 31 de la carretera CM-4009, dentro del término municipal de La Puebla de Montalbán, tras ser aplastada por un vehículo.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Toledo se hizo cargo del cuerpo sin vida del animal y comenzó las investigaciones para determinar su procedencia y la posible responsabilidad penal o administrativa de su propietario.
Tras las indagaciones oportunas se constató que el hombre que sufrió la mordedura de la serpiente era aficionado a coleccionar animales exóticos en la finca de su domicilio situado en Val de Santo Domingo.
Los hechos fueron puestos en conocimiento de la autoridad judicial, en este caso el Juzgado de Guardia de Torrijos, para solicitar una entrada y registro en la vivienda del ahora investigado y comprobar el estado y cuidado de los animales, su legítima titularidad y la concreta peligrosidad existente tanto para las personas como para el medio ambiente en caso de escaparse alguno de ellos.
Con la autorización de entrada y registro, efectivos del Seprona, con la colaboración de los Bomberos de Santa Olalla, accedieron este viernes a la finca y en un anexo a la vivienda, en una edificación usada a modo de museo, con aire acondicionado en permanente uso para asegurar la temperatura idónea de calor siempre por encima de los 20 grados, se comprobó que el investigado albergaba numerosas serpientes y escorpiones en sus terrarios correspondientes.
Con la ayuda de varios especialistas en el manejo de animales exóticos peligrosos, se consiguieron identificar mediante instalación de chip y catalogar correctamente las más de 30 especies de reptiles presentes, hasta 45 serpientes entre víboras, cobras -una real- y mambas -dos verdes-, además de un boa constrictor.
Junto a los reptiles se encontraban también 12 escorpiones y diverso material para su alimentación y cuidado como un arcón congelador lleno de ratones y pequeños animales. Al no aportar documentación que acreditara su legítima procedencia y autorización para la tenencia de estos animales exóticos y altamente venenosos, el Seprona procedió a su inmediata aprehensión, en total 44 serpientes muy tóxicas y 12 escorpiones letales, encontrándose un reptil muerto.
Todos los animales intervenidos han quedado en depósito a disposición de la autoridad judicial y en cuidado en un centro zoológico autorizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) para la cría y conservación de animales de estas características en la provincia de Toledo.