La Guardia Civil investiga el incendio que destruyó por completo la sede del Sindicato de Inquilinas de Tenerife (SITF) en el municipio de Granadilla de Abona, un percance que el colectivo asegura que fue intencionado, dado que el local "no disponía de electricidad" ni de nada que pudiera provocar las llamas y la puerta de acceso "estaba forzada".

Uno de los miembros del sindicato Víctor Martín ha explicado a EFE que según han podido comprobar a través de conversaciones con los vecinos durante la noche del sábado "unos individuos rompieron la puerta y pegaron fuego al local rociándolo con gasolina" y luego "se dieron a la fuga".

"Nosotros nos tememos que detrás de todo esto se esconde el único enemigo que tiene el sindicato en el sur de Tenerife que es una empresa de desokupación que ya en diferentes ocasiones ha amenazado a los miembros del sindicato y que está realizando una actividad realmente mafiosa en el conjunto de lo que es el problema de la vivienda aquí en el sur de la isla", ha detallado Martín.

El colectivo, ha continuado, se creó hace aproximadamente tres años "como consecuencia de los problemas de la vivienda" en las zonas turísticas de Tenerife y con el objetivo de "defender el derecho a una vivienda digna de la población que reside en esta zona", aunque con el tiempo han aumentando su rango de alcance a todo Tenerife.

Almacenaban ropa para colectivos vulnerables

Entre sus actividades también se encuentra la distribución de ropa, calzado, juguetes y libros entre colectivos vulnerables, una tarea para la que utilizaban como almacén el pequeño local que ejercía como sede y que se encuentra en una transitada avenida en el barrio de San Isidro, "un barrio pobre, de clase trabajadora".

"Nosotros tenemos un teléfono de atención a las personas que tienen algún problema con el tema de la vivienda. Normalmente las llamadas suelen estar vinculadas con problemas de desahucio, impago de alquileres o la firma de contratos con cláusulas abusivas. Y lo que buscamos es defender a los inquilinos de la presión de las inmobiliarias", ha indicado Martín.

Una situación que se ha complicado, ha proseguido, con el "aumento imparable del precio de los alquileres" que está "expulsado a la gente" y ha creado procesos recientes como el "chabolismo", que ya cuentan con "barrios de chabolas muy cercanos a los centros turísticos" en los que la gente va a trabajar y después "viven en tiendas de campaña o en cuevas" porque "no pueden pagar una vivienda".

La labor de asesoramiento que realizan a las familias corre a cargo de la voluntad y tiempo libre de los miembros del sindicato, quienes no dan abasto con la cantidad de solicitudes que reciben, según ha confesado Martín, y que han sufrido en numerosas ocasiones actos de violencia como "tirar piedras, romper cristales de las casas o rajar las ruedas de los coches", así como "acoso y amedrentamiento" .

"El sábado (día en el tuvo lugar el incendio) tuvimos una reunión aquí y pasaron miembros de esa empresa insultando y tocando la pita. Una vez más amenazando como habían hecho en vídeos que ellos mismos han subido a las redes, donde se han fotografiado y sacado vídeos aquí en la puerta del local lanzando amenazas hacia el sindicato", ha concluido Martín. Desde el colectivo quieren que este incidente sirva para que "este tipo de grupos de desocupación desaparezcan" y que las "autoridades políticas, judiciales y policiales actúen", porque en ocasiones "violentan a las familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad", lo que está provocando "problemas muy importantes de crisis de ansiedad en niños que habitan en esas viviendas".