Este lunes ha comenzado el juicio entre el productor, Josep María Mainat, y su ex pareja, Angela Dobrowolski, quien está acusada de intentar asesinar al productor mediante la inyección de insulina mientras dormía.

Dobrowolski cuenta con un amplio historial delictivo. En 2019, se conoció una de las primeras condenas relacionadas con su expareja, Mainat. Ocho meses de prisión por una trifulca doméstica en la que le agredió lanzándole un bote de mermelada a la cabeza. Pese a todo, tras una de las comparecencias el productor sostenía: "Yo no la odio, en absoluto"

No llegó a cumplir la pena que se le impuso, a cambio de una orden de alejamiento, que incumplió. En 2021, ambos se volvieron a citar en los banquillos, después de que ella tratase de entrar, hasta en cuatro ocasiones, en el domicilio de Mainat."Yo no me esperaba justicia de hoy y de hecho el juez tiene razón, que estoy en rebeldía", comentaba a la salida de los juzgados, después de ser condenada a 17 meses.

Pese a todo ella se mantenía firme "voy a entrar... y divorciarme", mientras que el productor había abierto los ojos "he estado muchos años muy enamorado y después ya menos,".

Sin embargo, no sería la última de las causas que les obligarían a volver a verse las caras. En 2022, Dobrowolski fue condenada a dos años y medio de prisión, por un delito en el que se incluía la falsificación de cheques a nombre de Mainat. "No se descarta que pueda ser ella, pero no tengo la garantía de que lo sea", expresaba a la salida de los juzgados el productor.

En marzo del pasado año fue detenida una vez más acusada de detonar un explosivo en un rellano de un bloque de viviendas de Barcelona. Y ni cuatro meses tardó en llegar su siguiente condena. Dobrowolski entró en prisión provisional por 6 robos con violencia en varias viviendas.

Ya desde la cárcel de mujeres de Barcelona protagonizó hace dos semanas su último y rocambolesco capítulo. Intentó romper la verja de seguridad de la ventana para saltar desde un tercer piso. Un intento de fuga casi imposible, con el único objetivo de no volver a sentarse en el banquillo de acusados.