La jueza no admitirá como prueba el informe que presentó la defensa del dueño dueño de la finca de Totalán donde se encontraba el pozo en el que cayó Julen. En ese informe, los letrados aseguraban que la muerte del pequeño Julen se podría haber producido durante las tareas de rescate, en las que indicaron que una piqueta de hierro de siete kilos de peso le habría golpeado en la cabeza provocando su fallecimiento.
Además, los abogados solicitaron a la magistrada que tomase declaración a miembros del equipo de rescate, entre ellos varios bomberos y a los guardias civiles que se encargaron de la extracción del cuerpo del niño de la prospección, según informa Diario Sur.
Los abogados afirman que el niño sobrevivió a la caída de más de 70 metros por el pozo y que murió por la acción de la piqueta. Se basan en el informe de la autopsia preliminar donde se indica que el menor falleció debido a un traumatismo cráneoencefálico severo que afectó a la zona temporal y fronto temporal.
Los abogados solicitaron que el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil realizara un estudio morfológico de la composición de las muestras de tierra recogida en la parte superior del punto en el que estaba Julen.
La autopsia preliminar de Julen contradice el informe del dueño de la finca que afirma que la piqueta pudo causar la muerte del pequeño. Si el menor hubiera fallecido por los golpes de la piqueta, "tendría que haber restos de sangre y no los hay".
El dueño de la finca donde murió Julen defiende que lapiqueta usada por los bomberos fue la que lo mató.