Una jueza de Gijón sienta el primer precedente de la nueva ley que obliga a considerar a las mascotas seres con sensibilidad y no propiedades equiparables a los objetos. Y atendiendo a ella ha decidido quién debería de cuidar de un perro.

Tuco es el protagonista de la historia, un perro que vivía con su dueño hasta que se fue al extranjero durante más de dos años.

En este tiempo, el animal se quedó al cuidado de Omaima. Pero su dueño, el que se lo dejó en 2018 volvió en 2020, y desde entonces están en los tribunales para ver quién debe tenerlo.

El que era el dueño pide volver a cuidar de Tuco, mientras todo se aclara. A laSexta ha asegurado que siempre ha estado pendiente del perro, que ha mandado dinero y pienso y que Omaima cambió la titularidad del animal sin avisarle.

Pero la versión de la mujer es diferente, y afirma que el perro siempre la busca y la espera llorando a que regrese a casa, y solo se emociona con ella.

De momento, la jueza cree que, hasta que todo se resuelva, lo mejor es que Tuco esté con quien lleva estando más de tres años. Romper esos lazos de afectividad, dice el auto, le puede ocasionar sufrimientos evitables.

Falta saber qué dirá la sentencia definitiva, pero de momento, esta es la primera vez en España que se aplica la reforma del Código Civil que tiene en cuenta que los animales no son objetos, son seres vivos dotados de sensibilidad.