La examante del rey emérito Juan Carlos I, Corinna Larsen, ha confirmado este viernes durante su declaración como testigo en el primer juicio contra el excomisario Villarejo que se sintió amenazada "como ciudadana, como persona normal y como mujer" por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Larsen, vestida de negro en su totalidad, se ha presentado como la principal aliada del acusado. Ante las preguntas de la Fiscalía, ha insistido en que las declaraciones hechas por el excomisario durante su entrevista en el programa Salvados, de laSexta, eran ciertas.
Tras una serie de problemas técnicos (y lingüísticos, debido a que la comparecencia se ha hecho desde un juzgado en Londres, y a través de videoconferencia), el rostro serio de la testigo ha acompañado la rotundidad de sus afirmaciones.
En 2012, sus oficinas, así como su apartamento de Mónaco, fueron ocupados por una empresa de seguridad controlada por el servicio de Inteligencia. La propia Larsen pidió explicaciones al hoy exmonarca, que le aseguró que era para protegerla de los paparazzi. Es más, ha detallado las amenazas que Félix Sanz Roldán, exdirector del CNI, lanzó contra ella: "Me dijo unas recomendaciones e instrucciones que yo tenía que seguir, y dijo que si no las seguía, él no iba a poder asegurar mi seguridad física o la de mis hijos", ha expresado.
Larsen también ha relatado más detalles sobre sus conversaciones con Villarejo, quien en su declaración reconoce que, por órdenes del CNI, "engañó y sedució" a la testigo. Como ya explicó el excomisario en su conversación con Jordi Évole, Félix Sanz Roldán habría intimidado a la examiga del rey emérito. Y Corinna lo ha suscrito: "Confirmo que le conté al señor Villarejo las amenazas que sufrí por parte del señor Sanz Roldán sobre mi integridad física y la de mis hijos", ha sentenciado con rotundidad.
Estas declaraciones de Larsen, acompañadas del testimonio de Villarejo, han hecho que la Fiscalía modifique su escrito y retire la acusación por el delito de calumnias. De este modo, Villarejo ha visto reducida a la mitad su posible condena. El expresidente del CNI ha procurado negar los alegatos de Corinna, con frases directas hacia su intervención: "Es mentira, jamás he amenazado a una mujer y a un niño. Jamás.", ha expresado con vehemencia. Sin embargo, no ha sido suficiente para convencer a la Fiscalía.
En cambio, sí se mantiene la acusación por una presunta denuncia falsa contra Villarejo. En este caso, por una fotografía publicada por el diario El País que, según Villarejo, fue filtrada por el propio servicio de Inteligencia. Por ello se enfrenta a un delito de injurias, y podría ser condenado a un año de cárcel.