El padre asegura que escuchó a su hijo "llorar"
El padre de Julen, José Roselló, ha relatado a la Guardia Civil cómo sucedieron los hechos: "Mi mujer llamó por teléfono al encargado del trabajo para decirle que no iba porque se encontraba mal; en ese momento, yo estaba echando unas ramas al fuego y vi cómo mi hijo corría por la zanja hacia la esquina donde había un pozo, estando el dicente a unos 10 o 15 metros, por lo que salí corriendo para cogerlo, no llegando, y vi cómo se cayó por el pozo".
Asegura que intentó tranquilizarle una vez ya había caído y que le escuchaba llorar: "Escuché a mi hijo llorar dentro del pozo, por lo que quité todas las piedras y broza que había alrededor del pozo y llamé a mi hijo, al que estuve escuchando llorar 30 segundos, mientras le hablaba para tranquilizarle".
"Le hablaba para tranquilizarle"
"Junto a la boca había dos 'cantillos' (bloque de hormigón) separados y en el medio quedaba el agujero. Sabía que el pozo estaba allí, David me lo había dicho, pero que estaba tapado por los dos 'cantillos'", concluye.
La madre de Julen: "Al asomarme a la boca del pozo escuché a mi hijo llorar"
La madre, Victoria, también ha relatado la misma versión: "A las 13.48 horas, me encontré mal y me fui de la mesa a un sitio donde había unos sacos de arena para hacer una llamada de teléfono a mi encargado del McDonald’s del centro comercial de Rincón de la Victoria y decirle que no iba a trabajar. Julen se quedó al cuidado de mi pareja".
"Escuché chillar a todos"
Asegura que en un momento dado vio como todos fueron hacia el pozo gritando: "Escuché chillar a todos y cómo se dirigían al agujero del pozo. Al asomarme a la boca del pozo escuché a mi hijo llorar y vi cómo me pareja quitaba de los bordes piedras y arena para que no cayeran dentro. Dejé de escucharlo llorar y empecé a gritar, desesperada".
Por su parte, la prima de la madre, ha explicado que estaba a sólo unos metros del pequeño: "Estaba con mi hija, a unos dos metros y medio de Julen, cuando repente Julen desapareció; corrí a mirar, vi el agujero del pozo y escuché el sonido de la caída del niño. El padre de Julen estaba cerca y también vio cómo caía por el pozo".
Su marido, el dueño de la finca ha declarado que decidieron ir a la parcela para hacer un arroz. Cuenta que llegaron a la parcela a las 13.00 horas, y les dijo a los demás que se iba a encargar de hacer todo, el fuego, la comida y ellos sólo tenían que estar pendientes de los niños.
"Pasados 35 o 40 minutos, cuando estaba preparando la comida, escuché a José Roselló decir en voz alta "Julen" y vi a mi mujer coger a mi hija y tirarse al suelo; a continuación, fueron al punto donde desapareció Julen", explica.
"Vi a mi mujer tirarse al suelo"
"Mi mujer y José dijeron que habían visto caer a Julen por el agujero. Cuando me asomé, vi cómo dos bloques de hormigón de construcción que tapaban el agujero del pozo se habían desplazado y se veía la abertura del mismo, pero no vi ni escuché al niño", relata. Además apunta que "el pocero se llevó la maquinaria y dejó el pozo sin tapar".
"Cuando cayó Julen, su padre estuvo apartando todas las piedras y objetos que había cerca de la boca del pozo para que no cayera nada dentro", dice.
Sobre si existía documentación en regla para la construcción de un pozo en ese terreno, confiesa: "No pedí licencia para el pozo, le encargué la obra a Antonio pensando que era un especialista, no sé qué documentación se necesita, ya que es algo que nunca he hecho".
El pocero que realizó el agujero también ha hablado ante la Guardia Civil: "La obra consistía en hacer unas perforaciones con una máquina de rotopercusión con martillo y aire a presión, con un diámetro de 22 centímetros. Hice una primera perforación el día 17 de diciembre de 150 metros, en la cual no salió agua, y al día siguiente hice otra de 110 metros".
"David me dijo que tenía la documentación del pozo"
Señala que el coste de la obra era de 12 euros por metro de perforación si no se encontraba agua, y en caso de hallarse agua, era de 27 euros el metro. "David me dijo que tenía la documentación para hacer el pozo; no me la enseñó, pero me confié porque en la parcela ya había otro pozo hecho", declara.
Cuenta que al sacar el tubo metálico que se inserta al inicio del pozo, la propia tierra que han sacado cae, rodea al mismo y tapa el agujero. El pocero asegura que le puso una piedra de 15 kilos, "quedando como responsable de dicho pozo el propietario de la parcela".
"Cuando fui a la parcela, después de la caída del niño, la zanja no estaba hecha y la tierra que rodeaba el pozo la habían quitado y amontonado a unos cinco o seis metros", zanja.
El maquinista que abrió la zanja en la finca de Totalán para construir un muro en la parcela donde se encontraba el pozo ha explicado que fue un favor para su amigo David, dueño de la finca: "David me pidió el favor, por amistad, de que le abriera la zanja para hacer los cimientos de un muro en su parcela”.
Cuenta que en un punto de la parcela había una montonera de arena de color gris con una especie de cráter en el centro, donde había un agujero descubierto de un pozo.
"Desplacé la montonera con la pala"
"Desplacé la montonera con la pala a unos cuatro metros del pozo, en la misma parcela, ya que David me dijo que la quería para hacer cemento. Tras quitar la arena, se veía el agujero del pozo a ras del terreno", explica.
"Al irme, vi cómo David puso con el pie unas piedras que había en la zanja sobre el agujero", declara.