La justicia británica ha anunciado que revisará todos los casos abiertos por violación y agresión sexual grave en Inglaterra y Gales para asegurar que se han tenido en cuenta todas las pruebas disponibles, incluido material guardado en ordenadores, teléfonos móviles y publicado en redes sociales.
La fiscalía británica señaló en un comunicado que llevará a cabo esa revisión con "urgencia", después de que en las últimas semanas se hayan anulado diversos juicios al aparecer pruebas con las que la defensa no había contado al inicio del proceso.
"Los cambios en la sociedad, como el vasto incremento del uso de las redes sociales y los mensajes en teléfonos móviles, comportan cambios con los que debe lidiar todo el sistema de justicia, a pesar de los retos que afronta respecto a sus recursos", ha afirmado la directora de la fiscalía de la Corona británica (CPS, en inglés), Alison Saunders.
La semana pasada, se suspendió un proceso que había durado dos años contra un estudiante de la Universidad de Oxford, Oliver Mears, de 19 años, ante la aparición de un diario de la supuesta víctima en formato digital que exoneraba al presunto agresor.
También la semana pasada, se detuvo el juicio contra Samson Makele, de 28 años, acusado de haber violado a una mujer que había conocido en el carnaval de Notting Hill en 2016. Los abogados de Makele tuvieron acceso a más de una docena fotografías tomadas con un teléfono móvil, que la policía no había identificado al inicio de la investigación, en la que la presunta víctima y el supuesto agresor aparecían en posturas cariñosas en la cama.
En diciembre, la fiscalía retiró las acusaciones contra Liam Allan, de 22 años, que afrontaba 12 cargos por violación y agresión sexual, tras la aparición de un disco informático con mensajes de la supuesta víctima en la que le pedía al acusado "sexo casual".
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