El escrito de acusación del Ministerio Fiscal, pide una pena de ocho años y medio de prisión contra el acusado, de nacionalidad rumana y en prisión provisional por esta causa, que acordó con la víctima un encuentro para tener relaciones sexuales a cambio de dinero, como ya habían hecho en ocasiones anteriores.
Para ello, el acusado se desplazó hasta la vivienda de la víctima, donde la esperó hasta que llegara, algo que hizo cuando cerró su negocio, regentado por él mismo. Cuando entraron en el portal, y antes de acceder a la vivienda, el agresor pidió a la víctima dinero para comprar tabaco, a lo que éste accedió.
Al regresar, el acusado dijo que iba un momento al cuarto de baño, pero abrió la puerta de la entrada, para que accedieran en la vivienda tres personas con las que éste ya había quedado para actuar así.
Cuando acusado y víctima estaban en la cama, entraron en la habitación las tres personas desconocidas, con la finalidad de apoderarse de todo lo que pudieran hallar de valor pudieran. Dos llevaban el rostro cubierto y el tercero iba con gafas de sol, e iban provistos de sendos cuchillos.
Se aproximaron a la víctima, le taparon los ojos con cinta de embalar, le ataron sus muñecas con la misma cinta, y le metieron un calcetín en la boca, exigiéndole que les diera el dinero, joyas, recaudación del negocio y tarjeta del banco, al tiempo que le golpeaban, llegando incluso a agredirle con las armas en el muslo derecho y en el hombro derecho.
Registraron el domicilio y se apoderaron de unos 45 euros, una tarjeta de crédito, un teléfono inalámbrico, 14 relojes de pulsera, una espada rellena de coñac y un cuchillo. A continuación se marcharon, pero dejaron a la víctima con las piernas atadas con un cable. Cuando éste se pudo soltar, salió a la terraza y pidió ayuda a un vecino, y que llamara a la policía.
Como consecuencia de los hechos, el agredido sufrió lesiones por arma blanca en el muslo y hombro derecho, de las que tardó en curar 15 días y le han quedado cicatrices como secuelas.
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