Radi es uno de los 11.000 niños migrantesque viven en Españasolos, sin su familia.
UNICEF ha elaborado un informe denunciando que muchos menores viven solos en la calle o explotados por mafias, por eso piden al Gobierno un Plan Nacional de Acción para abordar este problema.
España se ha convertido en la primera puerta a Europa de personas migrantes, con más de 65.300 llegadas por vías irregulares en 2018, de las que 6.063 fueron niños y niñas no acompañados que llegaron por mar, según un estudio de UNICEF Comité Español. La cifra de menores extranjeros solos que accedieron a costas españolas en 2018 ha aumentado casi un 160% con respecto a 2017, cuando se contabilizó la llegada de 2.345 niños y niñas por la vía marítima.
Así lo pone de manifiesto el informe de UNICEF Comité Español 'Los Derechos de Niños y Niñas Migrantes No Acompañados en la Frontera Sur Española', que ha sido elaborado tras una investigación en Andalucía, Ceuta y Melilla, donde la organización ha visitado unos 15 centros de menores para conocer de primera mano la situación de los niños.
La organización denuncia la "saturación" de estos centros, así como la falta de personal y recursos para la protección e integración social de estos menores. De acuerdo a datos del Ministerio del Interior, 2018 cerró con 13.012 personas en el Registro de Menores Extranjeros no Acompañados.
La experta en Políticas de Infancia y Migraciones de UNICEF Comité Español, Sara Collantes, ha apuntado que, si bien el sistema de acogida tiene "un enfoque correcto" de protección a la infancia en comparación al de otros países, "al descender a su día a día hay problemas y déficit" que conllevan a su "desprotección". "No hay una respuesta adecuada", ha recalcado durante la rueda de prensa de presentación del informe.
De hecho, según ha explicado el presidente de UNICEF, Gustavo Suárez Pertierra, la investigación concluye que alrededor de la mitad de los menores extranjeros no acompañados (Menas) que ingresan en esos centros terminan abandonándolos, para terminar en la calle o para seguir su viaje migratorio. Esto, a su juicio, les hace "más vulnerables" y que estén "más expuestos a la marginalidad".
"Hay que hacer que un sistema que funciona bien se convierta en eficiente", ha reivindicado, para después reclamar un Plan Nacional para la Protección e Integración de estos menores de edad. Es más, ha hecho un llamamiento a las fuerzas políticas para que, de cara a la campaña electoral, incluyan las recomendaciones formuladas por la organización para mejorar la atención.
Según ha expuesto la experta Sara Collantes, el informe refleja que existen "desafíos" en la asistencia de los menores extranjeros solos en España. Las diversas entrevistas que ha realizado a niños y niñas internos en centros de menores para la investigación así lo pone de manifiesto en el documento, en el que se enumera los principales retos del sistema de protección.
En el marco del estudio, UNICEF Comité Español ha constatado la necesidad de establecer un "marco coordinado" de actuación entre las administraciones autonómicas con competencias sobre menores ya que los centros tienen "distintas normas". "Faltan estándares mínimos comunes y elementos de coordinación", ha apostillado Collantes al respeto. Además, ha emplazado al Estado a asumir su "responsabilidad", recordando que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas alertó a España en 2018 de que tiene que garantizar una atención adecuada de estos niños y niñas solos.
Otro reto pendiente, según ha indicado, es la mejora de los procedimientos de determinación de la edad al llegan a España, basados principalmente en pruebas oseométricas. En este punto, ha saludado que las autoridades españoles empiecen a percibir que este sistema es "poco fiable" y que se esté "empezando a reflexionar sobre cómo cambiar" el método.
A pesar de que a su llegada a costas españolas estos menores son trasladados a centros de atención a la infancia, Collantes ha avisado de las "devoluciones automáticas" de migrantes en frontera sin la debida identificación y evaluación, tal y como marca la legalidad internacional.
En este punto, desde UNICEF han avisado de que "no se puede retornar" a un niño sin las debidas garantías jurídicas, si en su país de origen existe riesgo de explotación y si en él no se satisfacen sus derechos básicos de sanidad y educación. "El país de origen tiene que tener la capacidad de poner atenderle", ha dicho, preguntada sobre la intención del PP de impulsar las repatriaciones al país alauí de los menores extranjeros no acompañados que llegan a España. "Si observamos estas garantías es normal que en los últimos años España apenas se haya procedido a repatriarlos. Tenemos ahora mismo una normativa muy garantista en este sentido y esperamos que siga", ha apostillado Collantes.
"Allá donde no se esté tomando el tiempo y el tecnicismo necesario para tener un interés superior del menor bien evaluado, allí se está vulnerando un derecho. Indudablemente la posibilidad de que automáticamente ni siquiera lleguen a nuestras costas y dado que a día de hoy que no hay personal especializado subido a los barcos, haría que prácticamente seguro estemos vulnerando el derecho de un menor del que no sabemos adónde estamos devolviendo ni si se cumplen los requisitos para que allí se cumplan sus expectativas y derechos", ha añadido por su parte la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de la organización, Maite Pacheco.
Otro déficit es el retraso en los trámites sobre su tutela precisamente por la "saturación" del sistema. "Hay niños que cumplen 18 años en los centros sin la tutela resuelta", ha denunciado, reclamando también un plan para aquellos que, una vez cumplidos los 18 años de edad, se van a la calle. En esta línea, ha hecho hincapié en el desfase que existe entre el número de plazas previstas para extutelados y el número de personas de este colectivo.
Además, ha avisado de la falta de acceso que estos menores tienen para solicitar protección internacional. "Esto explicaría que en 2016 sólo 30 niños no acompañados solicitaran asilo en España, y 20 en 2017", señala el informe.
En esta línea, Collantes también ha destacado que muchos de los centros que ha visitado superaban su capacidad y aforo, en muchos había personal "insuficiente" y "no especializado" para atender a tantos menores y, especialmente, hay falta de mediadores culturales en esos centros. También hay falta de asistencia jurídica, hay "pocos psicólogos" y los trabajadores sociales tienen sobrecarga de trabajo, según ha añadido.
Asimismo, ha lamentado los retrasos en la escolarización de estos niños no acompañadosasí como las pocas opciones educativas que ofrecen los centros. Al respecto, ha asegurado los niños entrevistados trasmiten de manera mayoritaria su voluntad de estudiar. "Quieren estudiar, les genera frustración estar días y horas sin hacer nada", ha apuntado la experta en infancia.
También ha destacado que la falta de acompañamiento lleva a los menores migrantes solos a abandonar los centros. Según Collantes, ésta es "una realidad cotidiana" que conlleva "riesgos" para esos niños que en ocasiones acaban viviendo en la calle, consumiendo pegamento e, incluso, en manos de mafias de trata de seres humanos. Con todo, desde UNICEF han pedido que se "fortalezcan" los mecanismos de supervisión de estos menores ya que en la actualidad son "frágiles",especialmente el papel de la Fiscalía de Menores.
"Nadie les dice si van a conseguir los papeles antes de cumplir 18 años, no aguantan seguir viviendo hacinados, tienen familiares en otros lugares o quieren ir a la península y no pueden, o porque se pasan los días sin hacer nada, sin estudiar. Hay niñas víctimas de trata que salen de los centros sin haber sido identificadas como víctimas", ha denunciado el director ejecutivo, Javier Martos.