Ana, un nombre ficticio que utilizamos para proteger su intimidad, fue violada en grupo cuando tenía 14 años: "No lo voy a superar en mi vida, está apartado pero no superado".
Una noche de fiesta, su novio le pidió que fuera a un descampado. Allí esperaba él y dos amigos y su novio se los presentó: "En ese momento en un descampado no había nadie y me dijo 'quítate la ropa'. Yo le dije '¿cómo que quítate la ropa?' y me respondió 'que te quites la ropa o te obligamos a quitártela'. Yo me empecé a asustar".
En ese momento empezó su calvario: "Cuando uno me pidió que le hiciera una felación le mordí. Fue un impulso que tuve. En ese momento me pegaron y pensé, ya no puedo hacer nada más y entonces me tumbe y dije hasta que pase todo".
Así estuvieron una hora: "Pararon, se fumaron un cigarro, se tomaron una copa y yo me intentaba levantar me volvían a tirar y siguieron". Una reacción que tuvo por miedo a que la mataran: "Si son capaces de violarme y pegarme son capaces de matarte y si son capaces de matarme solo me puedo quedar callada llorar".
La historia de Ana recuerda a la de la 'La Manada', una agresión en grupo en la que la víctima se queda bloqueada. Una suceso le lleva a empatizar con la víctima de San Fermín: "Cuando lo vives y te pones en la piel de esa persona sientes pánico, humillación, te sientes que no vales nada". Un episodio oscuro que te deja secuelas: "Lo que le han dejado a esa niña es de por vida, eso la va a perseguir durante toda, toda su vida".
Y desde aquí le manda todo su apoyo y anima a las mujeres a no callarse: "Que cada persona vaya contando lo mal que lo ha vivido por el hecho de ser mujer por el hecho de ver violada o maltratada va a ayudar muchísimo". Historias que no deberíamos contar porque no deberían ocurrir.
Diez fallecidos y dos heridos
La angustia de los familiares tras el incendio en una residencia de mayores de Zaragoza
"Me han llamado de la residencia y me han dicho que mi padre está bien", ha comentado uno de los familiares afectados por el incendio. Los residentes han sido trasladados hasta un centro de atención en Huesca.