Entre insultos y abucheos de los vecinos llegaba Thomas a su vivienda, el acusado de matar a su mujer y su hijo de diez años a golpes en Adeje, Tenerife. Un equipo de la criminalística ha inspeccionado durante cuatro horas la vivienda y una furgoneta negra que utilizaron él y su familia.
Los agentes buscan indicios e investigan si el hombre de 43 años había planificado el crimen. El relato de su hijo de cinco años, también de nacionalidad alemana, puso sobre la pista a la Guardia Civil.
Con la ayuda de una mujer que conocía su idioma, contó lo ocurrido. El marido de la traductora ha asegurado que el menor "vio a la madre sin dientes y con sangre, entonces dice que intentó tirar una piedra a él y salió huyendo". Para sobrevivir el niño caminó solo más de cuatro kilómetros, dos horas por un territorio con una orografía muy complicada.
Hasta que Rosi y otros vecinos le localizaron desorientado en un sendero: "Estaba cansado, agobiado, se quería ir a su casa pero no sabía donde estaba". Ellos fueron los que le trasladaron hasta la mujer que hizo de traductora, quien terminó cuidando anoche al niño después de que la jueza se lo solicitara: "Como si fuera su madre, se quedó dormido... preguntaba si sabía algo de su mamá".
Hoy han llevado al niño para que se comprara ropa. Estará atendido por los servicios sociales en todo momento hasta que una familiar procedente de Alemania se traslade a la isla y se haga cargo de él.
En Adeje se guardado un minuto de silencio en recuerdo de las dos víctimas. El Ayuntamiento, además, ha celebrado un pleno extraordinario. Los agentes hallaron los cuerpos en una cueva de una montaña de la zona.
El detenido llevaba más de un año viviendo en la casa de Adeje, y la pareja se estaba separando, por eso su mujer y los dos niños le visitaban ocasionalmente. Él sigue defendiendo su inocencia y asegura que tras la excursión del martes regresó solo y su familia se quedó en la zona realizando una ruta senderista.
Rodalies comienza a restablecer el servicio
La DANA golpea Barcelona, inunda El Prat y obliga a cortar el tráfico de Rodalies
El fuerte temporal de lluvias ha inundado el Aeropuerto de El Prat y ha causado la cancelación de vuelos, mientras que el servicio de Rodalies ha quedado paralizado por el desbordamiento de ríos durante seis horas.