"Eran muchos años pasando, muchos años sufriendo y muchos años callando" comenta Rosario, una de las hijas de Ana. 40 en total. 40 años de palizas y humillaciones que sentenciaron la vida de Ana Orantes el 4 de diciembre de 1997, fecha en la que apareció en televisión denunciando los malos tratos que sufría.
13 días después, su marido le propinó una paliza que la dejó inconsciente. Acto seguido la maniató a una silla y la quemó viva en el jardín de su casa.
"Hubo algo que mi madre dijo que a él no le sentó bien, cuando sale en el programa ya sabía donde iba" explica su hijo Fran. Ana denunció los malos tratos ante una Justicia que le dio la espalda, cuentan sus hijos.
"Estuvo diciéndole el abogado que él no podía separar a un hombre de una mujer, que el hombre lloraba tanto por la mujer..." recuerda.
Ni el juez de Paz del pueblo escuchó su voluntad cuando pidió una orden de alejamiento. Éste le decía: "Tenéis una casa, tenéis dos plantas, yo sé que Pepe no te va a hacer nada, uno vive arriba y otro vive abajo" recuerda uno de sus hijos.
Su macabro asesinato conmocionó a la España de los 90, una España que sigue luchando contra la violencia machista, en busca dicen los hijos de Orantes, de la verdadera justicia.
"Me encantaría decirte que todo ha cambiado. Pero mamá, eso no es así. Siguen asesinando casi con tanta impunidad como antes”, ha escrito su hija Raquel en una carta.
"La justicia tendría que ser más dura, porque los meten en la cárcel y a los dos días están fuera" se queja Rosario. 20 años han pasado pero Ana sigue viva, muy viva, en el recuerdo.
"Una mujer que fue luchadora por defender a las mujeres, porque no aguante ninguna nunca nada más" y porque en la batalla contra el machismo, la sociedad la tenga presente, "que la recuerden. Pues eso, Ana Orantes", la mujer que por primera vez puso voz y rostro a la violencia machista en España.