Djiby y Abdellah llegaron a España solos y siendo menores, con 14 y 15 años. Ahora son educadores sociales y aseguran que algunos errores se repiten, como que la prueba de edad no funciona y sigue dejando a menores desamparados. "A nuestra oficina llegan menores que están en la silla en silencio durante 5 horas esperando a que alguien les ayude porque no saben que hacer con su vida", afirma Abdellah.
Es una de las recomendaciones que el Comité de Derechos del Niño hace a España, pero no es la única. En su último informe, Naciones Unidas vuelve a denunciar abusos y hacinamiento en nuestros centros y hasta devoluciones automáticas de menores.
Este organismo recomienda a España un servicio jurídico también para ellos. Javier Martos, director Unicef España, que "debe haber una figura que le pueda prestar soporte y ayuda porque en muchos casos tampoco se le da la información al niño de que puede solicitar el asilo".
En los últimos tres años, la llegada de niños solos a España sigue creciendo y es que en 2016 llegaron 3.997, en 2017 fueron 6.414 y en 2018 ya son más de 10.000. Para las ONG siguen siendo cifras asequibles, pero hacen falta cambios como que "los niños puedan estar en otras comunidades autónomas y no en Ceuta y Melilla donde están hacinados", como indica Javier Martos.
La oportunidad que les dimos a Djiby y Abdellah les ha permitido tener una nueva vida y ayudar a otros niños a los que permiten superar sus miedos y echar a volar de nuevo, pero en España.
Desde Andrea a Jazmín
Las historias que claman en Barcelona por una vivienda accesible para todos: "Nos vamos a tener que levantar"
La indignación ha cubierto la ciudad condal ante los altos precios del alquiler. Muchos de ellos lamentan haber tenido que dejar la ciudad por no permitirse vivir en ella.