La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocida como iglesia mormona, permitirá que los hijos de parejas homosexuales puedan ser bautizados.

Hasta ahora solo podían hacerlo tras cumplir 18 años. Los líderes religiosos admiten que es una "medida positiva" pero insisten en que no han cambiado su opinión sobre el matrimonio gay. Siguen rechazando la homosexualidad y la consideran una "grave transgresión".

La iglesia ha modificado la norma que hacía que unos 1.500 miembros LGBTQ abandonasen la comunidad, establecida en 2015, para "reducir el odio y los conflictos tan comunes en la actualidad", según Russen Nelson, presidente de los mormones.