En aguas de la bahía de Pasaia apareció una gaviota reidora asfixiada con la goma de una mascarilla. En sus salidas a la mar para recoger basura, la tripulación del atunero MATER ha notado un cambio desde el inicio de la pandemia.
"A los plásticos que siempre encontrábamos se han sumado las mascarillas y los guantes de un solo uso", nos cuenta Sara Lizarza, científica marina del MATER.
Y es que la mascarilla es un medio de protección, pero también un nuevo agente contaminante del que nos debemos desprender, como nos recuerda Lizarza, en el contenedor "adecuado".
Jon Morant, investigador de la Sociedad Ciencias Aranzadi, investiga el impacto las mascarillas en la fauna y los ecosistemas, y explica que cuanto mayor es su uso en la sociedad, mayor es la cantidad de restos que encuentran.
Cabe destacar que una sola mascarilla puede tardar hasta 400 años en degradarse.