La mascarilla es fundamental para evitar contagiar y ser contagiados. Pero no solo es importante llevarla, sino hacerlo de manera correcta, cubriendo nariz y boca. Y es que según un estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, la probabilidad de que el COVID-19 nos infecte por la nariz es 700 veces mayor respecto a otras partes del cuerpo.
Los expertos relacionan este problema con la cantidad de receptores que hay en la nariz. Juan Martínez, experto en Salud Pública, nos explica que "en las fosas nasales, en el neuroepitelio olfativo, hay muchos receptores". Esto es lo que explicaría que muchos pacientes de COVID-19 pierdan el olfato.
Por su parte, Juan José Badiola, director del centro de Enfermedades Infecciosas Transmisibles, ha destacado que esta recepción tiene relación con la proteína ACE2, muy presente en la zona olfativa. De ahí la importancia de taparnos bien la nariz con la mascarilla.
Las mascarillas quirúrgicas son las más útiles para evitar contagiar y ser contagiados. Y es que, algunos de estos elementos de protección solo evitan que las partículas entren pero no que salgan, como las mascarillas con válvula, que ya han sido prohibidas en algunas comunidades autónomas.