No era la primera vez que se sentía incómoda junto a sus compañeros. Es lo que revela en una de sus denuncias la soldado del acuartelamiento aéreo de Bobadilla que cree haber sido víctima de abusos sexuales.
"Recuerda que hay un compañero que siempre está intentando ligar con ella y que dentro de un contexto sexual, le ha referido en varias ocasiones que la tendría que drogar, al objeto de conseguir una relación con ella", explica la denuncia.
Justo lo que sospecha que ocurrió. Tras la celebración de la Patrona Virgen de Loreto, los soldados se dirigieron a un bar de Antequera, en Málaga.
La mujer recuerda en la denuncia estar hablando con dos compañeros, ir un momento al baño y al salir notar la cerveza amarga. Volvió a unirse al grupo y entonces: "Notó un mano que le tocaba el muslo que otros se acercaron y le empezaron a decir 'es que no veas como vienes', sin poder recordar quienes eran''.
Se fue al cuartel a dormir y que apenas recordaba nada. "Después del bar no recuerda nada más, salvo ir al baño del acuartelamiento, de madrugada, donde se da cuenta de que tiene las medias puestas y se las quita".
Al día siguiente, al no recordar la noche con claridad, se hizo un test de barbitúricos que dio positivo. Su superior le animó a denunciar.
Sospecha que fue violada por al menos dos hombres, y que no lo recuerda por los efectos de la droga. Ahora está de baja tras lo ocurrido. Denuncia que, además, ha sufrido burlas por parte de compañeros.
"Uno que le dice 'anda ayer como ibas', otro que le dice 'deberías haber tapado la copa'...", afirma Javier Rincón, abogado de la soldado.
La Policía investiga las presuntas agresiones sexuales. Ya analizan muestras de ADN tomadas a varios soldados que se cotejarán con las obtenidas en los pantys que llevaba puestos aquella noche.
55 antecendentes
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Localizaba establecimientos con un único trabajador, realizaba su pedido y al proceder al pago, aprovechando el despiste del dependiente, lo amenazaba con un arma hasta que le entregaba el dinero de la caja registradora.