Batalla campal en las calles de la Llagosta. La tensión ha llegado al máximo entre los vecinos y una familia que vive en un piso. Vuelan objetos en ambos sentidos: platos, tablones de madera, conos de tráfico y sillas.
Se quejan de que la familia es conflictiva, que roban, agreden y amenazan a los locales, algo que ellos niegan. Los vecinos denuncian que la situación es insostenible.
"Esto es un pueblo pequeño y actitudes incívicas no pueden ser", cuenta un vecino. Otra vecina afirma que "están todas las noches rompiendo los cristales de los coches y pegando a todo el mundo".
Producto de la batalla llegaron a romper las ventanas del domicilio. Los Mossos, apostados en el portal para evitar que entraran, trataron de calmar los ánimos. Todo acabó cuando un hombre introdujo a las mujeres dentro del domicilio.
Este domingo algunos miembros de la familia han acudido a la comisaría de Mollet para presentar denuncia por lo ocurrido. "Yo no soy 'okupa'. Yo en enero firmé un contrato de cinco años. El sábado me lo destrozaron y agredieron a mis hijos", asegura Vanessa, madre de la familia agredida.
El conflicto podría empeorar porque los vecinos han convocado una nueva protesta.