Tres ladrones llegaban en moto a una propiedad en Londres con la intención de entrar y robar, pero el final no es el que se esperaban.

Dos de los tres hombres se bajan de la moto con la cabeza tapada y cogen ladrillos para intentar romper el cristal de la puerta de entrada a la propiedad.

Uno de ellos comienza a golpear el cristal mientras el otro se aleja un poco para tirar el ladrillo desde lejos con fuerza.

Pero el ladrillo no llega a su objetivo y golpea a uno de los cómplices en la cabeza. Se desploma al suelo inconsciente.

Intentan ayudarlo pero un guardia de seguridad acude rápidamente al lugar de los hechos. Dos de los ladrones consiguen escapar pero el que quedó inconsciente fue capturado después de que el guardia lo ayudara a despertar.