Era el tercer toro de la tarde en la plaza de Aire Sur L'adour, al suroeste de Francia. Cuando intentaba hacer un quite a su compañero Juan del álamo, Provechito embestía a Iván Fandiño. El matador conseguía levantarse, pero un tropiezo fatal con el capote acababa facilitando la cornada por el costado derecho.

Fueron 15 centímetros que afectaron a pulmón, hígado y riñón. Fandiño llegaba consciente a la enfermería, pero crítico. Ya en el trayecto hasta el hospital sufrió dos paradas cardíacas. Al centro hospitalario llegaba clínicamente muerto.
En Mont de Marsan le han velado toda la noche sus familiares y compañeros de cuadrilla. Ya se ha tramitado su traslado hasta Orduña, su tierra natal. Allí, la noticia de la muerte del torero vasco ha provocado total consternación.

Sus vecinos y allegados dicen que Fandiño siempre llevó el nombre de Orduña allá por donde fue. "Creo que lo hizo con orgullo y se merece este reconocimiento", ha afirmado la alcaldesa de Orduña, Amaia Aginako.
En Tórtola de Henares, Guadalajara, vivió durante varios años. Allí está la peña taurina que lleva su nombre. "Es un hijo de la provincia", ha asegurado Andrés Salinas, Presidente de la Peña Taurina Iván Fandiño. Quieren honrar su memoria poniendo su nombre a una calle. Iván Fandiño es el segundo torero que muere en una plaza en apenas un año.

Se buscan perfiles de todo tipo
Faltan metaleros: se necesitan 350.000 trabajadores para el sector, con sueldos por encima de la media
Los detalles
No solo se necesitan cubrir puestos frente a un horno a 1.000 grados, sino que también hacen falta técnicos aeroespaciales, especializados en robótica, inteligencia artificial o energías renovables, entre otros ámbitos. Y un aliciente: los sueldos están por encima de la media.