El número de menores intoxicados por cannabis y cocaína se ha multiplicado en las últimas semanas. Una ingesta accidental que tiene consecuencias legales para los progenitores de los pequeños: "Los delitos por este tipo de hechos inexcusables están penados con prisión de tres meses hasta cuatro años" explica Mariola Quesada, socia directora de LEXFAM Abogados.
Ante este tipo de situaciones, lo normal, aseguran los expertos, es que los padres se queden sin la tutela de los hijos y recuperarla es muy complicado: "Tendrán que demostrar en su momento que se han sometido a un proceso de desintoxicación, que han sido tratados y que han podido superar ese problema y con ello recuperar esa responsabilidad parental que han perdido" asegura Quesada.
Pero los problemas no son solo de tipo legal ni únicamente para los padres. La intoxicación con este tipo de sustancias puede provocar consecuencias graves sobre la salud de los menores: "Alteraciones del nivel de conciencia e incluso llegando a situaciones de coma. Necesitan de cuidados especiales o de una observación muy cuidadosa. De hecho, un porcentaje de ellos necesitan del ingreso en la UCI" relata Beatriz Azkunaga, coordinadora del Observatorio de Toxicología de la SEUP.
En ellos la intoxicación se produce en cantidades muy inferiores a las de los adultos y las complicaciones podrían ser mortales.