Con chaqueta azul, pantalón y blusa blancos, el pelo liso y sin ocultar su rostro. Así ha llegado Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, a la Audiencia Provincial de Almería, donde este lunes se iniciael juicio con jurado popular por el asesinato del pequeño en febrero de 2018.
La Policía Nacional ha conducido a la acusada desde el centro penitenciario El Acebuche de Almería hasta el Palacio Provincial de Justicia, al que ha llegado sobre las 08:55 horas.
Con una imagen bien distinta a la que se tenía de ella, Ana Julia, esposada, ha sido conducida por agentes de la Policía Nacional al interior de la Audiencia. No ha habido incidentes, aunque sí muchos medios de comunicación para captar el momento.
Confesó el asesinato
La acusada se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato, así como diez años más de cárcel por sendos delitos de lesiones psíquicas a los padres del menor, que pide la Fiscalía.
Solicita también el pago de los 200.203 euros de los gastos generados en la búsqueda de Gabriel y además, en concepto de reparación del daño moral reclama 600.000 euros para los padres, 160.000 para la abuela materna y otros 170.000 por los gastos médicos en conceptos de lesiones psíquicas y secuelas.
La Fiscalía también pide indemnizaciones a los padres por los daños morales.
La Fiscalía también solicita que Quezada, compañera sentimental del padre de Gabriel cuando el niño, de ocho años, fue asesinado, en febrero del año pasado, no pueda comunicarse o aproximarse a menos de un kilómetro de los padres durante 30 años.
El escrito de calificación fiscal señala que el asesinato se produjo el mismo día de la desaparición del niño, el 27 de febrero del año pasado, por "asfixia mecánica por sofocación al obstruir los orificios respiratorios de boca y nariz utilizando una fuerza desproporcionada con respecto a la del menor hasta vencer la resistencia de la víctima".
Las razones
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