Hace 11 años denunció que sufría violencia machista y ahora ha tenido que volver a hacerlo. "Las dos veces que he denunciado ha sido porque peligraba mi vida", explica la víctima.
Lo que más les cuesta a las víctimas es tomar conciencia de lo que les está sucediendo. "La víctima siempre se siente culpable, cree que tiene que obedecer a todo lo que le diga él y que él tiene la razón ante todo", explica.
No solo denunció a su pareja sino también a su padre por abusar de ella desde pequeña: tardó 22 años. "Tuve que escapar de mi familia, tuve que irme a la calle literalmente y estar yendo a Servicios Sociales", relata.
Ella lo puso en conocimiento policial, pero cada vez hay menos mujeres que lo hacen. El Gobierno alerta que en 2008 lo hacían el 30% y en 2019 tan solo lo hacen el 20% de las víctimas.
Las asociaciones atribuyen el descenso de las denuncias a la falta de seguridad y a la desconfianza que sienten las mujeres hacia el sistema. La cuestión es "cómo llegar a aquellas víctimas que no denuncian porque no confían en el sistema, que son en torno al 70 u 80%", explica Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de las Mujeres Progresistas.
Según el Gobierno, actualmente hay 56.000 casos en seguimiento y valoración por el sistema Viogén, una herramienta para evitar que maten a más mujeres. 400 casos son de alto riesgo.
Las entidades feministas reclaman que el mensaje de las instituciones sea claro y unificado en todas las comunidades. "Discursos que banalizan o incluso niegan la violencia de género son muy perjudiciales", denuncia Besteiro.
En España, en los últimos 16 años 1.013 mujeres fueron asesinadas por violencia machista.
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