El agua estancada, los animales muertos y la acumulación de basura causada por las inundaciones que la gota fría ha dejado tras de sí son las condiciones perfectas para que se desarrollen plagas.
En Daya Vieja, Alicante, varios cerdos flotan sin vida entre el fango. "Lógicamente son un foco de infección para la población de alrededor", ha denunciado un vecino.
En la localidad de Los Alcázares, en Murcia, la basura se encuentra en las calles, dispersa y mezclada con el barro. "Los vecinos la están tirando ahí porque no tienen otro sitio", explica un hombre.
Si bien ya han empezado a funcionar los servicios de recogida, que se llevan muebles y electrodomésticos, todo acaba mezclándose con los restos orgánicos.
Preocupa, especialmente, el agua estancada, que puede provocar que proliferen las plagas. Hay expertos que advierten, por ejemplo, del mosquito de las marjales. Sus hembras ponen huevos en suelo seco, pero, al llegar el agua, todos nacen a la vez.
"Es una eclosión simultánea, miles de individuos a la vez. Las hembras son muy agresivas, necesitan inmediatamente chupar sangre de las personas", ha apuntado Ricardo Jiménez, catedrático de Entomología en la Universidad de Valencia.
Los agricultores también han mostrado su preocupación ante este problema. "Sobre todo plagas de mosquitos, pero yo no descartaría algún tipo de enfermedad", ha afirmado Isidro Hernández, de Guadamar del Segura.
Por su parte, desde los ayuntamientos han asegurado que se está trabajando para desaguar todas las zonas lo antes posible y entregando material de limpieza para evitar un problema mayor.