El vídeo de una cámara de seguridad de Barcelona muestra a un turista de camisa remangada y gran reloj en la muñeca que habla con un empleado de un restaurante. En ese momento aparece un grupo de tres personas y una de ellas se detiene e intenta estrecharle la mano. El turista no se la acerca y da un paso atrás.
El recién llegado se queda hablando, y cuando aparecen detrás sus dos colegas, intenta que el turista le choque el puño del reloj, a modo de despedida, pero no hace falta. El de camiseta de tirantes prende con fuerza su brazo y con movimiento brusco le roba el reloj.
A estos ladrones se les conoce como 'relojeros' y no siempre trabajan con el despiste: otro vídeo de la misma cámara de seguridad deja ver otra escena con otros dos turistas que salen a la puerta. Les acompaña a coger un taxi otro empleado pero por la esquina izquierda surgen dos hombres, uno de ellos acelera, y de nuevo, de un tirón seco, le roba el reloj y sale corriendo.
Con esos métodos este año ya han robado casi 500 relojes de lujo en Barcelona. Robos, muy rentables como asegura Juango Torrente, secretario general de CSIF-Mossos d’Esquadra: "Un móvil por muy caro que sea pueden ser 1.000 euros, los relojes pueden ser de 15.000 o 30.000 euros".
Delito de homicidio imprudente
Dos detenidos por la muerte de un trabajador en un colegio de Massanassa tras la DANA
El contexto El operario de Tragsa, de 51 años, perdió la vida al derrumbarse parte de un tejado en el colegio Lluís Vives de Massanasa, en el que resultó herido otro trabajador de 35, con heridas leves en una pierna y escoriaciones en la cabeza.