El fiscal ha decidido no pedir ninguna medida cautelar para el detenido, Ángel Hernández, por lo que la jueza lo ha dejado en libertad investigado por un delito de cooperación al suicidio, según las mismas fuentes, que han añadido que durante la comparecenciaha reconocido haber ayudado a su mujer a morir.
La detención tuvo lugar ayer por la tarde en el domicilio en el que el matrimonio residía, situado en la calle de Federico Sainz de Robles, en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, tras el suicidio asistido de María José Carrasco, enferma desde hace tres décadas de esclerosis múltiple y dependiente de su marido.
El matrimonio lo grabó en un vídeo, en el que María José constata su firme decisión de morir. El Código Penal regula en su artículo 143 la inducción al suicidio o la cooperación con el suicidio de otras personas, con un rango de penas que va de los dos a los diez años de prisión, aunque se prevé una rebaja si hay petición expresa de la víctima y ésta padeciera enfermedad grave.
Ángel ha salido del Juzgado con la idea de ayudar a otras personas en su misma situación, y por ello ha recordado las palabras que le dijo antes de morir: "A mí no me llegó la eutanasia, que sea por los demás".
Minutos después de las 22 horas, Angel H., de 70 años, ha salido por la puerta de los Juzgados de Guardia de Plaza de Castilla, donde un gran número de periodistas le esperaba. Sus primeras palabras han sido para agradecer a los medios porque entiende que su proceso de declaración ante el Juzgado.
"He declarado todo lo hice por mi mujer y ahora me encuentro afectado y asumiendo su fallecimiento. Los funcionarios y la Policía ha empatizado conmigo, se han portado muy bien y estaban de acuerdo conmigo; me lo han dicho expresamente", ha manifestado.
Ángel ha señalado que todo lo que hicieron "viene de lejos" y asume que él "le dio el producto" que acabó con su vida aunque desconoce cuál será su proceso judicial. "Mi mujer me lo ha pedido siempre y en los últimos cuatro meses me lo pedía constantemente. Mi mujer cuando lo decidimos me lo comentó: "A mí no me va a llegar la eutanasia, que sea por los demás'", ha expresado.
Preguntado por si podía convertirse en un referente de la lucha por la muerte digna, el acusado ha señalado que no sabe si lo será, pero ha pedido a los medios "que se dediquen a la gente que tiene este problema porque su aunque su mujer ha fallecido y en parte ya no le hace falta, hay mucha gente que está en la misma situación y hay que ayudarla".
Respecto al proceso judicial que ahora se abre, Ángel ha recordado que le han dado la libertad sin fianza, pero ahora será el juez instructor que le corresponda "el que decida" lo que tiene que aplicar. Ahora irá a su casa, se duchará y dormirá porque no lo ha hecho en las últimas 48 horas. También preparará el funeral de su mujer, que se encuentra ahora en el Instituto Anatómico Forense, que será incinerada "sin espectáculos".
El protagonista ha estado acompañado de su abogada y del hermano de su mujer fallecida, Carlos, que ha estado apoyándoles en muchos momentos. "Ahora hay que apoyarle a él para que todo este tiempo que ha dedicado a su mujer en la situación que estaba lo dedique un poco para él, que falta le hace", ha concluido.
Por su parte, la abogada del acusado, Olatz Alberdi, ha reiterado que tanto los funcionarios judiciales como los policías han tratado a Ángel "de forma exquisita": "Él estaba muy mal esta mañana y ahora está entero dentro de la gravedad", ha añadido.
Sobre la estrategia judicial que seguirán, la letrada ha indicado que espera que le apliquen ciertos atenuantes como la confesión y que no entre en prisión. Según ha explicado, está acusado de un delito de asistencia al suicido, lo que implicaría una posible rebaja de dos grados, es decir, que de la pena inicial que se aplica a este delito, de seis a diez años de cárcel, podría quedarse en dos o menos. En caso de que sea condenado también barajarían pedir el indulto.
Imágenes grabadas por la Policía Nacional
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