A Salvini se le han rebelado las sardinas. Apretados, juntos y con carteles en la mano: así nació en Bolonia este fenómeno que ensordece al exministro del Interior.
Todo comenzó cuando Andrea, Mattía, Guglia y Roberto se escribieron un mensaje por Whatsapp: "Todo nació por un mensaje que Mattia nos envió a Roberto y a mí el que que nos decía que tenía que contarnos algo muy urgente", afirma Andrea Garreffa, fundador de 'Las Sardinas' en Italia.
De esta manera, convocaron miles de personas, a través de Facebook, para manifestarse "contra la utltraderecha". "Son las personas las que llenaron las plazas. Nosotros solo lanzamos la idea", asegura el fundador italiano.
Y este fue el resultado: esa noche Salvini hablaba para 5.000 personas, pero el triple gritaba en la calle contra su política. "Somos un banco de sardinas que se mueve contra el tiburón", afirma Erik Zanon, un integrante de 'Las Sardinas' en Madrid.
Sin embargo, la respuesta de Salvini no tardó en llegar: inundó las redes con fotos de gatos que se comen a las sardinas. "Prefiero comer cosas italianas: pan, salami y dos sardinas, hasta mejor", comentaba Salvini en un discurso frente a centenares de personas.
'Las Sardinas' nacieron en Bolonia y sacudieron Italia, de norte a sur. Un efecto embriagador que se ha replicado en las principales ciudades de Europa. Este domingo, la concentración ha llegado también a Madrid.
"Ninguno de nosotros tiene el apoyo de los partidos políticos. Hicimos todo esto invitando a la gente a no llevar banderas políticas", aafirma Andrea Garreffa.
El impacto de 'Las Sardinas' puede ser determinante en las elecciones autonómicas del 26 de enero, con el nacimiento de este nuevo fenómeno joven que planta cara a Salvini.
Forzada a alquilar su vientre
Le quitan el bebé a una mujer a la que le implantaron un embrión de otra pareja por error: Kyrstena 'tuvo' un bebé negro de un donante blanco
¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.