Mame Mbaye murió en la puerta de su casa por un paro cardíaco. Según sus amigos, fue por culpa de una persecución tras una redada y por falta de atención sanitaria.
"Había dos municipales y un compañero; la Policía dijo que lo dejáramos, que no lo podíamos tocar hasta que llegara el Samur. Tardaron unos 30-40 minutos", explica uno de sus amigos.
Sus compatriotas senegaleses aseguran que fue perseguido hasta Lavapiés por varios policías municipales en moto. Más de un kilómetro y medio hasta caer desplomado. Cheikh Ndiaye, de la asociación de Senegaleses de España, afirma que "la Policía le propinó patadas constantes desde Sol a Lavapiés para que cayera y detenerle".
Una versión que contrasta con la del atestado policial, que reconoce que hubo una operación contra el top manta en la Puerta del Sol, pero sin persecución alguna.
"Ni en el momento de la parada cardiorrespiratoria, ni en los minutos anteriores hubo ningún tipo de intervención con él", sostiene José Javier Barbero, delegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid.
Mame Mbaye llevaba más de una década en Madrid, sin permiso de residencia, se ganaba la vida como mantero. Sus compañeros critican que las redadas son cada vez más violentas y más habituales. Gueye, portavoz del colectivo de manteros denuncia que "a Mame Mbaye lo han matado" y añade: "Queremos que se pague por ello, el Ayuntamiento de Madrid también es responsable de la muerte de Mame Mbaye".
Una muerte que ha provocado la indignación de otros manteros en su misma situación.
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