Es su trabajo pero no están reconocidos. Los cuidadores no profesionales son personas como Isabel Bretón, que se ha dedicado a su hija desde que le diagnosticaron esclerosis múltiple a los 15 años: "Siempre estoy pendiente a ver si le va a pasar algo, algún brote. Le digo no te canses y ella me dice 'mamá tú no te preocupes que yo sé hasta dónde puedo llegar'". Su hija Laura ha sufrido varios brotes de esta enfermedad y necesita su atención: "Una vez que se quedó toda paralizada de un lado y no podía andar. Hay gente que no lo recupera".
Con 29 años Laura Solier acaba de tener una hija y afronta su maternidad consciente de que el apoyo de su cuidadora va a ser fundamental: "Sin ellos no estaría ahora aquí así. No hubiera tenido la posibilidad de tener a mi niña ni nada. Siempre se necesita un apoyo".
Más de 25.000 personas en España han tenido que dejar de trabajar para atender a un familiar enfermo. Ahora, con motivo del Día Internacional del Cuidador, piden apoyo social con el movimiento 'Cuidar al cuidador' que identifica las claves para solucionar su vacío legal.
Reconocimiento por parte del Estado, apoyo financiero y pensiones, o una persona de apoyo que pueda atender las necesidades del enfermo. Son algunas de las ayudas que mejorarían la vida de estas personas entregadas a los suyos.