Los Mossos d'Esquadra han reducido con una pistola Taser a una joven que estaba "alterada", según fuentes de los Mossos, a las puertas de un centro sanitario en Sabadell, Barcelona. Los hechos han ocurrido este miércoles sobre las 13:00 horas.
La chica acudía a una visita médica acompañada de su madre. Pero en la puerta, los sanitarios le avisaron de que la madre no podía entrar por protocolo COVID-19. Según fuentes de la policía catalana, la reacción de la chica fue descontrolada: se puso agresiva, golpeó material sanitario y agredió a algún profesional.
Fue entonces cuando se solicitó la presencia de los Mossos d'Esquadra. Las mismas fuentes indican que primero intentaron hacerle entender la razón por la que la madre no podía entrar al centro sanitario. Intentaron reducirla pero, al no conseguirlo, avisaron del uso de la Tasery activaron la pistola, mantienen las fuentes.
En un vídeo difundido en redes sociales que recoge lo ocurrido, se aprecia como la chica está en el suelo gritando muy nerviosa, una vez los agentes ya le han disparado con la pistola eléctrica, mientras sus familiares piden desde la distancia que la dejen tranquila.
Después, entre dos agentes tratan de reducir a la joven, que sigue nerviosa en el suelo, y que pide a los agentes que les enseñen su plaza. Un familiar se acerca a intentar calmarla, pero los agentes le piden que se aparte.
Durante toda la actuación estuvieron presente la madre y la pareja de la madre, y tras recibir la descarga eléctrica fue trasladada al centro de salud, como marca el protocolo. Finalmente, la joven acabó detenida por atentado a la autoridad y daños.
El director de los Mossos defiende la actuación
El centro para la defensa de los derechos humanos Iridia ha denunciado un uso "desproporcionado" de la pistola eléctrica por parte de los Mossos para reducir a la joven.
Pero desde el cuerpo de policía, su director, Pere Ferrer, ha defendido que los agentes se ajustaron a los protocolos policiales al utilizar la pistola eléctrica para reducir a la joven.
Ferrer ha reconocido que las imágenes del uso de la fuerza por parte de la policía siempre son "duras", pero ha sostenido, tras analizarlo con los responsables operativos, que en este caso se han seguido los protocolos y que la actuación de los agentes fue proporcional.
Ha explicado que, al estar ella alterada, el protocolo desaconseja la contención física, ante los riesgos que podrían suponer para su propia seguridad.