En el planeta tiramos 1.300 millones de toneladas de alimentos al año que no utilizamos. El 85% de la comida que tiramos ni siquiera la tocamos. La compramos y después termina en la basura, suponiendo un impacto económico y también medioambiental.
Algunos supermercados intentan combatir este desperdicio de alimentos rebajando sus productos al 50% cuando están a punto de caducar. Además, impulsan acciones para sensibilizar al consumidor y que compre sólo los productos que realmente va a utilizar. La fruta y la verdura son los alimentos que más acaban en el contenedor después de echarse a perder.
Hay otras estrategias para los ciudadanos, como una aplicación que puede reducir también el desperdicio de comida. El usuario cuelga la foto y una descripción del alimento que haya quedado su nevera o despensa y espera a que otra persona la adquiera.
El objetivo es que no acabe en la basura. Y si los productos ya se han echado a perder también hay remedio: a partir de ellos se pueden generar materiales bioplásticos que podrán utilizarse en la construcción, automoción o para embasar.
"La intención es que el residuo que genera la empresa vuelva otra vez a su mismo producto", explica Berta Gonzalvo, directora de investigación de AITIIP. Son métodos para evitar el despilfarro de alimentos.
La fiscalía está ya investigando
14 niñas de un instituto de Vegadeo (Asturias) denuncian a un profesor por agresión sexual
Los detalles La consejería de Educación ha notificado este lunes por escrito a un docente del instituto Elisa y Luis Villamil, de Vegadeo, su suspensión cautelar de empleo y sueldo mientras se resuelve el procedimiento administrativo abierto.